La intención del ejército ruso al adentrarse en Ucrania no era invadir el país; ni siquiera quedarse sus riquezas. Según explicó en su día el presidente Vladímir Putin sus militares irrumpirían por la fuerza en el país vecino con una misión: desmilitarizarlo, borrar su capacidad de respuesta militar, según el propio presidente de Rusia para así salvar las vidas de las personas rusófonas del Donbás que, según han denunciado de forma reiterada, sufrían persecución por parte de las autoridades de Kiev.
Este martes la televisión NEXTA ha emitido un documento valioso. En él se muestra a un grupo de soldados rusos llegando a un supermercado en la región de Sumy. El texto que acompaña el vídeo es elocuente –«el Servicio de Seguridad de Ucrania publicó un entretenido vídeo de cómo los ocupantes rusos 'desmilitarizaron' un supermercado en la región de Sumy, del que pronto fueron expulsados y devueltos a Rusia»–, aunque más elocuentes aun son las imágenes que se nos muestran y que no tienen desperdicio.
Los cuatro soldados llegan al supermercado y aparentemente fuerzan su acceso. A partir de aquí se les ve recorrer algunas estancias distintas del establecimiento, y haciendo acopio de algunos productos, por ejemplo pilas alcalinas, que supuestamente revenderán para hacerse con un 'sobresueldo' además de la nómina que perciben por invadir Ucrania. Recientemente las autoridades de este país han reportado ataques de las fuerzas rusas con lanzagranadas contra dos comunidades en la región de Sumy. No constan cifras de heridos o fallecidos en dichos ataques, según informa la agencia de noticias Ukrinform.