El Ejército ucraniano intenta frenar el avance enemigo en dirección a Siversk, el objetivo intermedio que permitiría al Ejército ruso iniciar una ofensiva plena en dirección a Sloviansk y Kramatorsk, los principales bastiones de Ucrania en la región de Donetsk.
"Las tropas rusas tuvieron poco éxito al sudeste de Siversk y continuaron su ofensiva al oeste de Lisichansk", informa este sábado el estadounidense Instituto de Estudios de la Guerra (ISW), al analizar la "pausa operativa" anunciada por el Ministerio de Defensa ruso tras controlar Lugansk.
Una "pausa operativa" poco pausada
Una situación que corroboró en su canal de Telegram el gobernador de esta región, Serghiy Gaidai, quien señalo que los defensores ucranianos "tratan de contener las fuerzas rusas en toda la línea del frente".
"De momento no se observa la pausa operativa anunciada por el enemigo. Continúa atacando y bombardeando nuestras tierras con la misma intensidad de antes", denunció.
Según afirmó el mando ucraniano en su parte de guerra, las fuerzas rusas castigaron con su artillería las localidades de Dibrovne, Bogorodychny, Adamivka, Karnaukhivka y Suligivka, al noroeste de Siversk.
Sin embargo, la presión rusa, menos intensa que antes de la toma de Severodonetsk y Lisichansk, se mantiene, aunque no reporte grandes avances, señaló Gaidai, al afirmar que estas "atacan por varias direcciones".
"Podría parecer que los ocupantes llevan a cabo sus operaciones ofensivas al oeste de Lisichansk y ya (...) No abandonan los intentos de adentrarse en la región vecina a lo largo de la frontera administrativa" de Lugansk", explicó.
El gobernador de la región ocupada dijo que "donde les resulta incómodo avanzar, (las fuerzas rusas) arman un verdadero infierno, al bombardear los territorios que están en su horizonte".
Operaciones ofensivas limitadas
Y es que según el ISW, "conscientes del peligro de que los ucranianos tomen la iniciativa e inicien una contraofensiva, las tropas rusas mantienen sus operaciones ofensivas limitadas en esta parte del frente y en otras zonas a lo largo de la línea del frente".
"En estas operaciones participan menos fuerzas que en Severodonetsk y Lisichansk, persiguen objetivos más limitados y locales con una menor decisión y disposiciones a sufrir bajas en comparación con los combates por estas dos ciudades", añadió el ISW.
Pero según el centro estadounidense, esta situación es pasajera, porque "cuando la comandancia rusa decida que logró prepararse adecuadamente para el reinicio de una gran ofensiva, probablemente la retomará con un mayor número de tropas y mayor decisión".
"El plan de la campaña inteligente tiene como objetivo (...) convencer al enemigo que no habrá pausa alguna, o que será demasiado corta para aprovechar sus beneficios", añadió el ISW.
Nuevos HIMARS para Ucrania
En ese contexto, asesor del presidente ucraniano, Oleksiy Arestovych, aseguró que gracias a los sistemas estadounidenses HIMARS "fueron destruidos hasta 20 arsenales en la retaguardia del enemigo", lo cual ha "detenido prácticamente la ofensiva" rusa.
"El trabajo de los HIMARS se ha hecho sentir durante las últimas dos semanas", añadió, al constatar que "gracias a los ataques precisos de hasta 70 kilómetros, el enemigo emplaza los nuevos almacenes a más distancia de la línea del frente", lo cual dificulta la logística de las tropas rusas.
Arestovych celebró el anuncio de EE UU sobre el envío de nuevos sistemas HIMARS y misiles para ellos, que incluye misiles con un alcance de hasta 300 kilómetros.
"¡Hola, puente de Crimea!", añadió, al sumarse a las amenazas de varios representantes ucranianos de atacar el puente sobre el mar Azov que une la península con Rusia.
Este viaducto de 19 kilómetros sobre el estrecho de Kerch, lo que lo convierte en el más largo de Europa, es la niña de los ojos del presidente ruso, Vladímir Putin, y un ataque contra él podría provocar una respuesta airada de Moscú, que ha amenazado por su parte con atacar "los centros de toma de decisión" en Kiev.
Armamento occidental en el punto de mira ruso
Mientras, el Ministerio de Defensa de Rusia, que no ha anunciado avances significativos de sus tropas en la última semana, ha lanzado este sábado una señal de que continuará atacando las armas que envía Occidente a Ucrania.
"En las cercanías de la localidad de Chasiv Yar fue destruido con armas de alta precisión un hangar con obuses estadounidenses M-777 de 155 milímetros y hasta 30 combatientes ucranianos que bombardeaban las zonas residenciales de Donetsk", informó el portavoz del mando militar ruso, teniente general Igor Konashénkov.
Además, el representante de la entidad castrense señaló que la artillería rusa castigó 117 posiciones ucranianas, "incluyendo dos puntos de emplazamiento de mercenarios extranjeros en la región de Jarkov", en el este del país.
Ya el pasado miércoles Defensa rusa anunció la destrucción de dos lanzaderas HIMARS al sur de Kramatorsk, en la región de Donetsk, en lo que podrían ser los preparativos para la próxima ofensiva rusa.