Las autoridades rusas siguen confundidas sobre el ataque del pasado martes a la base aérea de Saki, en la Crimea ocupada por Rusia, a más de 225 kilómetros de las líneas de defensa de Moscú, que destruyó al menos ocho aviones rusos y varios edificios, asegura el Instituto de Estudios de la Guerra (ISW). Según publica este grupo de expertos estadounidenses, las imágenes satelitales confirmaron los informes de la fuerza aérea de Ucrania de que el ataque destruyó al menos ocho aviones rusos, lo que contradice las afirmaciones rusas de que las explosiones no dañaron ningún avión y no fueron el resultado de un ataque.
Los medios rusos publicaron historias contradictorias sobre lo ocurrido, señaló el ISW. De un lado, el Ministerio de Defensa ruso afirmó el mismo martes que se habían detonado municiones en un lugar en el que estaban almacenadas en el aeródromo debido a un acto de negligencia, no a un ataque, y afirmó que ningún avión resultó dañado.
El «milblogger» ruso Rybar (bloguero especializado en asuntos relacionados con la guerra) afirmó el 10 de agosto que la explosión probablemente no fue causada por un ataque con misiles y planteó la hipótesis de que las explosiones pudieran deberse a negligencia e incumplimiento de las normas de seguridad o a un pequeño helicóptero con una bomba que atacó un estacionamiento cercano. Las historias contradictorias en los medios y entre los milbloggers rusos indican que los funcionarios del Ministerio de Defensa de Moscú tienen teorías contrapuestas sobre el ataque y las están compartiendo con los medios.
También es posible, según el ISW, que el Kremlin no haya coordinado su operación de información para negar que Ucrania haya llevado a cabo un ataque exitoso detrás de las líneas rusas. Es probable que las fuerzas rusas en la base aérea ya sepan lo que sucedió, pero también es posible que aún no entiendan cómo o desde dónde exactamente las fuerzas ucranianas llevaron a cabo el ataque, según el ISW. Los funcionarios ucranianos están jugando con la evidente confusión rusa en torno al ataque para ofuscar las capacidades de largo alcance de Ucrania, añadió el instituto estadounidense especializado en asuntos militares.
Un funcionario ucraniano anónimo declaró a The New York Times que el ataque se llevó a cabo con la ayuda de partisanos. Otro funcionario ucraniano anónimo confesó a The Washington Post que las fuerzas especiales ucranianas fueron las autoras de la explosión, mientras que otros funcionarios ucranianos hicieron referencia implícita al ataque pero no se atribuyeron abiertamente su autoría. El ISW indica que aún no puede evaluar de forma independiente qué causó las explosiones en el aeródromo: las imágenes satelitales muestran múltiples cráteres y marcas de quemaduras, pero tal daño podría haber sido causado por muchas cosas: fuerzas especiales, partisanos o misiles, en el lugar o desde la distancia.