La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propuso este viernes fijar un precio tope para el gas ruso que se exporta a Europa a través de los diversos gasoductos y reiteró la idea de desvincular el precio de la electricidad del precio del gas. «Creo firmemente que ha llegado el momento de fijar un precio máximo para el gas exportado a Europa a través de gasoductos rusos», dijo Von der Leyen en una intervención ante el grupo parlamentario conjunto de la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana (CDU/CSU) en Murnau (sur de Alemania).
Esa medida, como otras, según Von der Leyen, serían a corto plazo mientras que a largo plazo se requiere reconsiderar el diseño del mercado energético, «es decir, desvincular, por ejemplo, el precio del gas de los precios generales de la electricidad» y hacer grandes inversiones en energías renovables. «Son las energías renovables que producimos en casa las que crean buenos empleos y además son limpias y por eso a ellas pertenece el futuro», dijo.
Von der Leyen también se refirió a una serie de medidas ya tomadas para contrarrestar la manipulación del mercado de gas por parte de la Rusia de Vladímir Putin, como la creación de reservas, y celebró que los depósitos en la UE estén llenos en un 80 %, nivel al que se llegó antes de lo esperado. «Habíamos imaginado que esto llevaría dos meses más. Hemos trabajado duro para poner fin a nuestra dependencia del gas ruso y para ello hemos recurrido a otros proveedores», dijo.
«Noruega suministra ahora más gas a Europa que Rusia. Además, EEUU está suministrando a Europa volúmenes considerables de gas licuado», agregó. Todo ello, sin embargo, según Von der Leyen, no es suficiente, sino que tiene que ser flanqueado con otras medidas, entre las que cuenta las destinadas al ahorro de energía, así como recurrir a las ganancias excesivas que están obteniendo los consorcios energéticos para dar recursos a personas y empresas vulnerables. Sobre esto último, las palabras de Von der Leyen llegan en pleno debate en la coalición de Gobierno en Alemania en torno a un posible impuesto a las ganancias excesivas de las empresas del sector energético.