La primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, ha anunciado su dimisión, que ya ha notificado al rey Carlos III, aunque permanecerá al frente del Gobierno hasta que se elija a un sustituto. «Es la mejor decisión para mantener a Reino Unido en una condición económica estable», ha dicho en una comparecencia ante Downing Street.
Truss, que esta misma semana había declarado en varias ocasiones que no dimitiría, ha asumido que no puede cumplir con el «mandato» que le dieron sus compañeros de partido hace seis semanas, cuando fue elegida como 'premier' al término de un proceso de primarias interno. La dirigente conservadora, antigua ministra de Exteriores, ha afirmado que hay un contexto internacional de «gran inestabilidad». Truss ha vivido una última jornada «difícil», como habían admitido fuentes de Downing Street a los principales medios.
Al menos 17 diputados habían pedido que dimitiera por el caos político de estas semanas, marcado por el desmantelamiento prácticamente total del programa fiscal que anunció el Ejecutivo en septiembre, según el recuento de Sky News. Antes de comparecer ante los medios, la 'premier' se reunió en Downing Street con su número dos, Therese Coffey, considerada su principal aliada dentro del Gobierno, y también con el responsable del comité 'tory' responsable de organizar la sucesión, Graham Brady.
El proceso tendrá lugar durante la próxima semana, con vistas a que sea más rápido que el que ascendió a Truss en sustitución de su predecesor, Boris Johnson. La actual líder culminará así el mandato más breve en la historia democrática de Reino Unido.