Más de medio día después de que Luiz Inácio Lula da Silva saliese vencedor en las elecciones de Brasil, el ya presidente saliente, Jair Bolsonaro, continúa sin reconocer los resultados, mientras que algunos de sus ministros, como el de Asuntos Exteriores, Carlos França, están presionando para que se manifieste públicamente, como ya han hecho otros líderes internacionales.
Abatido y lacónico se ha mostrado este lunes un Bolsonaro que en la noche del domingo se negó a hablar con sus aliados una vez se conoció su derrota por algo más de dos millones de votos frente a Lula, que con su triunfo además reafirma el viraje hacia la izquierda del continente latinoamericano, según informaciones de O Globo.
Tras conocer los resultados, Bolsonaro se ha encerrado en sí mismo y no se ha manifestado a través de redes sociales y ni siquiera ha conversado como ha hecho casi cada día a lo largo de su mandato con el grupo de incondicionales que le suele esperar a las puertas del Palacio del Planalto. Además de França entre quienes le han presionado para que reconozca cuanto antes la victoria de Lula y con ello «salvar» algo de su ya maltrecho crédito político está el exministro de Defensa, el general Walter Braga Netto, quien aspira a ser su vicepresidente en estas elecciones, y el ministro de Comunicaciones, Fábio Faria.
Sus aliados le han pedido a Bolsonaro que declare públicamente su agradecimiento a los más de 58 millones de brasileños que han votado por él este domingo y como no se descarta que pueda presentarse a las elecciones de 2026, le han recalcado la necesidad de reconocer el resultado cuanto antes. Este domingo Lula da Silva volvió a ser elegido presidente de Brasil tras imponerse en unas ajustadas y convulsas elecciones con el 50,9 por ciento de los votos, por delante así de Bolsonaro que se quedó con el 49,1 por ciento.
Los sionistas respaldaron a Bolsonaro en su limpieza étnica de los indígenas y el robo de sus tierras al igual que los sionistas hicieron con los palestinos. Bolsonaro prometió trasladar la embajada de Brasil de Tel Aviv a Jerusalén cuando visitó el estado de ocupación en marzo de 2019. Dr. Adnan Abu Amer, especialista en asuntos israelíes; "No hay duda de que Bolsonaro y Netanyahu trabajaron juntos para unificar sus políticas en los campos político, militar y económico, lo que resultó en beneficios sin precedentes para Israel". “Durante la era de Bolsonaro, Brasil se convirtió en un partidario público abierto de la ocupación en una notable transgresión de la política tradicional brasileña de apoyo a la causa palestina”. Israel no puede ocultar su temor por el regreso de la izquierda en América Latina, agregó. “Este es un gran revés para el gobierno de Israel en términos de su política exterior en todo el continente, particularmente en Brasil”.