Después de una larga noche electoral para el Partido Demócrata y el Partido Republicano en el que ambas formaciones se han disputado ferozmente la victoria en el Senado en los 'swing states' o estados clave, los demócratas se han puesto un paso por delante al arrebatarle un senador a sus adversarios. En concreto, el candidato demócrata John Fetterman se ha impuesto al senador republicano Mehmet Oz en la carrera por el escaño de Pensilvania por un estrecho margen de poco más de 100.000 votos, todo ello tras casi seis hora de escrutinio. Además, si hasta hace unas horas ambos partidos han mantenido la gran parte de sus feudos, como Nueva York, Colorado, Oregon o California para los demócratas; Kansas, Oklahoma, Indiana o Alabama para los republicanos, los estados de Nevada, Arizona y Georgia podrían decantar definitivamente la victoria hacia los demócratas.
En este último estado, con un 96 por ciento del escrutinio, la contienda entre el senador demócrata Raphael Warnock y el candidato republicano Herschel Walker sigue en vilo después de que ambos se hayan colocado en primera posición varias veces a lo largo de la noche. Warnock cuenta con 1.928.000 votos, tan solo 14.000 más de Walker, un exjugador de rugby apoyado por Trump y salpicado de numerosas polémicas que hasta el momento ha recabado 1.914.000 apoyos. En el caso de que ninguno de los dos candidatos consigan al menos un 50 por ciento de los votos (el demócrata tiene un 49,1 por ciento, frente al 48,8 por ciento del republicano), el estado de Georgia se vería abocado a desempatar en una jornada especial un par de meses más tarde.
Al noreste del país, el senador Ron Johnson, republicano, está cerca de batir a la candidata demócrata Mandela Barnes, si bien aún podría darse un vuelco. Con un 93 por ciento de los votos escrutados, Johnson tiene algo más 1,31 millones de votos, mientras que Barnes cuenta con 1,28. La diferencia por el momento entre ambos candidatos es de apenas 40.000 votos. No obstante, aunque con la victoria en Wisconsin, el Partido Republicano tendría que arrebatarle dos senadores al Partido Demócrata, escenario que por el momento se antoja difícil. Y es que en la otra costa de Estados Unidos, los demócratas van con ventaja en Arizona, donde el astronauta Mark Kelly supera con un 54 por ciento del escrutinio al candidato republicano, Blake Masters, en más de 120.000 votos.
Si la carrera por el escaño de Arizona continúa así, Kelly se consolidaría en el Senado dos años después de ganarlo tras suceder al senador John McCain, que falleció en 2020, y afianzando la victoria demócrata en la Cámara Alta. Además, Nevada --que es otro de los estados más disputados--, donde la demócrata Catherine Cortez-Masto enfrentaba en un inicio una difícil reelección al Senado, por el momento ha sido capaz de darle la vuelta al escrutinio y se encuentra cuatro puntos por encima de Adam Laxalt, el candidato republicano.
Durante la campaña, Cortez-Masto ha sido relacionada con las medidas económicas de la Administración Biden y con el proceso inflacionario que afronta Estados Unidos, un hecho que Lexalt ha aprovechado para criticar a su adversaria. Con el control del Senado, el Partido Republicano tendría entre sus competencias avalar o tumbar cargos públicos o jueces nombrados por el presidente de Estados Unidos, lo que dificultaría el poder de legislar de Biden en el caso de que ganase la Cámara de Representantes. La Cámara Alta está actualmente dividida con 50 escaños para cada uno de los dos grandes partidos que, sin embargo, desempata la Presidencia del Senado, ejercida actualmente por la 'número dos' de Biden, Kamala Harris.