Cientos de trabajadores de una fábrica de test de antígenos para la covid se enfrentaron el pasado fin de semana con la Policía en la ciudad meridional china de Chongqing, según vídeos compartidos en redes sociales. La protesta comenzó el sábado después de que la fábrica anunciara despidos, según muestran los vídeos, en un momento en que el país avanza hacia la convivencia con el virus y se reducen los requisitos de tener que mostrar resultados negativos de pruebas a lo largo de todo el país.
En uno de los vídeos, compartido en plataformas como Twitter, vetada en China, se puede ver cómo varios de los trabajadores piden que se les devuelva un dinero que se les había prometido, y otros muestran a los manifestantes arrojando sillas y cajas a los antidisturbios desplegados en el lugar. A comienzos de diciembre las autoridades pusieron en marcha el desmantelamiento de la política de 'cero covid', que consistía en confinamientos donde se registrasen casos, el cierre de fronteras, el aislamiento de todos los infectados y sus contactos cercanos y pruebas PCR constantes a la población.
La relajación de las restricciones precedió a una ola de contagios sin precedentes en el país asiático, que provocó escenas de gran presión hospitalaria en varias ciudades. La rápida propagación del virus por el país ha sembrado dudas sobre la fiabilidad de las cifras oficiales, que han informado de apenas un puñado de fallecimientos recientes por la enfermedad pese a que localidades y provincias han calculado que una proporción significativa de sus poblaciones se ha contagiado.
Este domingo la covid dejó de ser en China una enfermedad de categoría A, el nivel de máximo peligro y para cuya contención se exigen las medidas más severas, para convertirse en una de categoría B, que contempla un control más laxo, marcando así en la práctica el fin de la política de 'cero covid', retirada por las autoridades después de que se produjesen protestas.