La Asamblea Nacional francesa ha rechazado este lunes las dos mociones de censura presentadas en el marco de la aprobación por decreto de la reforma de las pensiones que impulsa el Gobierno del presidente Emmanuel Macron, aunque el resultado augura un debilitamiento de la primera ministra, Élisabeth Borne. Además el rechazo de las dos mociones implica la aprobación de la reforma de las pensiones.
La primera moción, la presentada por grupo LIOT --Libertad, Independientes, Ultramar y Territorios-- ha sido rechazado por solo nueve votos de diferencia: 287 votos en contra y 278 a favor, mientras que la segunda, la de la formación ultraderechista Unión Nacional que lidera Marine Le Pen ha contado con solo 94 votos a favor. Sin embargo, en la votación de la primera moción hasta 19 de los 61 diputados del partido Los Republicanos han apoyado la salida del Gobierno, lo que despierta las dudas sobre el futuro político de Borne.
La dirección de Los Republicanos había dado orden de apoyar al Gobierno a pesar de que no forma parte de la coalición que lidera Macron, por lo que estos diputados han roto la disciplina de voto. Tras la votación, Borne ha destacado en Twitter que «estamos llegando al final del camino democrático de esta reforma esencial para nuestro país». Ambas mociones fueron presentadas el viernes, después de que el Gobierno de Elisabeth Borne recurriese al artículo 49.3 de la Constitución, que permite aprobar una iniciativa legislativa sin votación en el Parlamento, pero a costa de abrir la puerta a la presentación de mociones de censura contra el Ejecutivo.
Llamamiento a la «censura popular»
Para el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, tras el rechazo de estas mociones de censura es necesario una «censura popular» al Gobierno en «cualquier lugar y en cualquier circunstancia». «El Gobierno ya está muerto. Solo han faltado nueve votos para tumbar al Gobierno y su reforma», ha declarado por su parte la diputada de La Francia Insumisa Mathilde Panot. «La primera ministra (Elisabeth Borne) obviamente debe dimitir», ha remachado.
Mientras, la líder ultraderechista Marine Le Pen ha emplazado a Macron a que «presente otro gobierno a los franceses». «La crisis no se resolverá si no lo hace», ha afirmado en declaraciones a BFMTV. Durante la votación han continuado las protestas y movilizaciones que desde hace once semanas sacuden a la sociedad francesa con una manifestación en la plaza Vauban del distrito 7 de París, cerca de la Asamblea Nacional. «Nosotros también vamos a pasar por la fuerza», «¡Macron dimite!», corearon los manifestantes.
La manifestación ha sido convocada por la Federación Sur del Ferrocarril. Otra protesta convocada por Los Patriotas está prevista en la plaza del Santo Sulpicio. El domingo las autoridades anunciaron nuevas restricciones a las protestas y, al igual que ya pasó el sábado, está prohibido manifestarse en la plaza de la Concordia y en las inmediaciones de los Campos Elíseos parisinos.