El ministerio de Turismo de Italia lanzó una campaña promocional para atraer a turistas extranjeros, presupuestada en 9 millones de euros, con un vídeo en el que ve a un grupo de amigos brindando en un maravilloso lugar, que ha resultado estar en Eslovenia, denunciaron algunos medios italianos. La periodista de Il Fatto Quotidiano Selvaggia Lucarelli descubrió que las imágenes que tenían que mostrar las bellezas de Italia son en realidad una bodega eslovena y se brinda con vino local esloveno, y que fueron compradas a una agencia que proporciona vídeos libres de derechos.
El diario Corriere della Sera también recoge las declaraciones de Massimiliano Milic, de la productora Terroir films, quien denunció en Facebook que las escenas son recuperables en la plataforma extranjera Artgrid y que la suscripción al servicio cuesta 600 euros. Otros medios también han criticado el resto de la campaña, titulada «Open to meraviglia» (Abierto a la maravilla) por el uso de la Venus de Botticelli como «influencer» para promocionar el país con una serie de montajes retenidos de poca calidad y de lugares comunes. La ministra de Turismo, Daniela Santanchè, defendió en una entrevista radiofónica la elección de la Venus de Botticelli, pues es «un icono conocido en todo el mundo y símbolo de nuestro espíritu italiano» y explicó que los 9 millones son para llevar la campaña a los aeropuertos y estaciones ferroviarias de todo el mundo.
Sobre los lugares comunes respondió: «No entiendo las críticas, la pizza es famosa en todo el mundo, forma parte de la dieta mediterránea y de nuestra cocina, que es apreciada, imitada y copiada en todo el mundo. Quizás sea criticado por la gente un tanto snob que come caviar y salmón, pero la mayoría de los italianos y los muchos turistas que vienen de todo el mundo lo aprecian».