Las acciones de First Republic Bank caían más de un 36 % en la sesión de este miércoles, después de que la cotización del banco regional se hundiese este martes un 49,37 % ante la incertidumbre sobre la futura viabilidad del banco, que en el primer trimestre de 2023 sufrió una fuga masiva de depósitos. De este modo, desde el pasado viernes la cotización del banco regional, uno de los más afectados durante las turbulencias financieras que sacudieron el mercado el pasado mes de marzo, acumula un desplome superior al 70 %. Según los datos publicados el pasado lunes por la entidad al cierre de los mercados en Estados Unidos, en el primer trimestre del año registró la salida de casi el 58 % de los depósitos contabilizados en el trimestre anterior, una cifra de alrededor de 100.000 millones de dólares. En las últimas semanas se han sucedido también los desplomes del Sillicon Valley Bank y de Credit Suisse.
«La actividad de depósitos comenzó a estabilizarse a partir de la semana del 27 de marzo de 2023 y se ha mantenido estable hasta el viernes 21 de abril de 2023», aseguró el First Republic Bank, que a 21 de abril contabilizaba depósitos por importe de 102.700 millones de dólares (92.893 millones de euros), sólo un 1,7 % menos que a 31 de marzo de 2023. Asimismo, en la presentación de sus cuentas la entidad anunció que, como resultado de los recientes acontecimientos, «está tomando acciones para fortalecer su negocio y reestructurar su balance». Por otro lado, la entidad también dijo estar tomando medidas para reducir sus gastos, incluidas reducciones significativas en la compensación de los ejecutivos, la condensación del espacio de oficinas corporativas, además de anunciar que reducirá su plantilla de alrededor de 7.200 trabajadores en aproximadamente un 20-25 % en el segundo trimestre.
En este sentido, fuentes consultadas por Bloomberg indicaron que el banco estaría explorando acometer desinversiones de activos valorados entre 50.000 y 100.000 millones de dólares (45.397 y 90.795 millones de euros) para reforzar su balance, incluyendo la venta de hipotecas y valores a largo plazo con el fin de reducir el desajuste entre los activos y pasivos del banco. En este sentido, una de las fuentes consultadas indicó que los compradores potenciales, incluidos los grandes bancos estadounidenses, podrían recibir garantías o acciones preferentes como incentivo para adquirir activos de la entidad por encima del valor de mercado. De este modo, la cadena CNBC apunta que, a pesar de que las compras resultarían en pérdidas para los bancos, los asesores de First Republic estarían tratando de convencerlos de que dejar quebrar a esta entidad sería aún más costoso si generara costes y tarifas regulatorios aún más altos. Así, si First Republic tiene éxito en la venta de algunos de sus activos, buscará ampliar capital, según las fuentes, lo que diluiría a los accionistas actuales. Por otro lado, las fuentes indicaron a la CNBC que los funcionarios del Gobierno actualmente no estarían dispuestos a intervenir en el proceso de rescate de First Republic.