El Banco de Inglaterra subió este jueves los tipos de interés del 4,25 % al 4,5 %, el nivel más alto desde 2008, a fin de controlar la inflación interanual en el Reino Unido, que en marzo pasado se situó en el 10,1 %. El banco emisor inglés decidió el incremento -el duodécimo consecutivo- al término de una reunión de su comité de política monetaria (MPC, por sus siglas en inglés), que tiene como objetivo controlar la inflación para situarla en el 2 %.
En su reunión de febrero, el banco de Inglaterra anticipó que la inflación bajará considerablemente a finales de este año, después de meses de alzas debido al incremento de los precios energéticos a nivel global a causa de la guerra en Ucrania. La inflación se mantiene alta por el continuo incremento de los productos alimentarios y bebidas, a pesar de que los analistas habían estimado una caída en marzo hasta el 9,8 %.
Siete de los nueve miembros del citado comité votaron a favor del aumento hoy de los tipos tras indicar que la inflación había subido más de lo esperado por el alza de los precios de los alimentos. Los otros dos miembros del comité, en tanto, querían mantener el precio del dinero sin cambios al estimar que se espera una caída de la inflación este año, por lo que no había necesidad de otra subida. La entidad resaltó que espera que la inflación alcance el objetivo del banco - el 2 %- para finales de 2024.
No obstante, admitió que hay unas «incertidumbres considerables» sobre el ritmo de la caída de la inflación. Según el cálculo del banco, la inflación puede bajar al 5,1 % en el cuarto trimestre del año, por lo que se cumpliría el objetivo del Gobierno conservador de bajar a la mitad la inflación este año, y ha descartado que el país entre en recesión.
Este nuevo ascenso supone un duro golpe para los británicos que tienen hipotecas a tasa variable al ver incrementados sus pagos mensuales, mientras que los que piden préstamos verán también más caro el pago de los intereses. La medida, sin embargo, favorecerá a los ahorradores. El ministro de Economía, Jeremy Hunt, dijo que «aunque es una buena noticia que el Banco de Inglaterra ya no esté pronosticando una recesión, el aumento de los tipos de interés hoy obviamente será muy decepcionante para las familias con hipotecas».
«Pero a menos que abordemos el aumento de los precios, la crisis del coste de vida continuará, razón por la cual debemos estar decididos a mantener nuestro plan de reducir la inflación a la mitad para fin de año», agregó Hunt a los medios. Asimismo, en rueda de prensa, el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, admitió que las incertidumbres en torno a las perspectivas económicas mundiales «siguen siendo elevadas». El comité de política monetaria «seguirá de cerca» las señales de presiones inflacionarias y, «si hubiera evidencia de presiones más persistentes, entonces se requeriría un mayor endurecimiento de la política monetaria», subrayó el gobernador.