Corea del Norte ha lanzado este miércoles un cohete portador de satélites de reconocimiento militar que ha fallado, cayendo al mar Amarillo, peor que ha activado por unos minutos las alertas de evacuación en la capital surcoreana, Seúl, y la prefectura de Okinawa, la isla más septentrional del archipiélago japonés. Las autoridades norcoreanas han reconocido que el misil ha sufrido un accidente, debido a un problema de motor, por lo que ha caído de forma inesperada en el mar Amarillo al perder propulsión por un arranque anormal del motor. El fallo se ha atribuido a la «baja confiabilidad y estabilidad del sistema de motor de tipo nuevo y el carácter inestable del combustible utilizado», según informa la agencia de noticias KCNA.
La Agencia Nacional de Desarrollo Espacial ha indicado que «investigará y explicará las graves fallas en el lanzamiento del satélite, diseñará con urgencia medidas científicas y tecnológicas para subsanarlas y realizará el segundo lanzamiento lo antes posible después de pasar por varias pruebas parciales». El Estado Mayor Conjunto surcoreano había informado de que Pyongyang había lanzado a primera hora de la mañana lo que afirma ser un «vehículo de lanzamiento espacial» que habría pasado sobre la isla de Baengnyeong, en la frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur.
Tras ello, la ciudad de Seúl ha enviado una alerta a sus residentes para que se preparasen para una posible evacuación, que posteriormente ha sido reconocido como un «error» de las autoridades, recoge la agencia surcoreana Yonhap. «Informamos de que la advertencia de alerta emitida por la Ciudad Metropolitana de Seúl a las 06.41 horas fue una emisión errónea», ha señalado el Ministerio del Interior. Esta cartera sí envió alertas de emergencia a los residentes de las islas Baengnyeong y Daecheong, cerca de la frontera con Corea del Norte, para que evacuaran.
Horas después el ayuntamiento de Seúl se ha disculpado a los ciudadanos por la «confusión» causada por la activación de una alerta antimisiles a raíz del lanzamiento de un cohete espacial norcoreano, un sistema que según dijo el Ministerio del Interior se puso en marcha por error. La alerta la emitió el Gobierno metropolitano a las 6.41 hora local (21.41 GMT del martes) en los teléfonos móviles que se encontraban en ese momento en la capital y a través de la megafonía instalada en todos los barrios de Seúl, despertando y generando confusión e inquietud en muchos de sus 9,4 millones de habitantes.
La Presidencia surcoreana ha convocado, tras ello, una reunión de seguridad para discutir el lanzamiento del misil norcoreano, señalando que «pronto se llevará a cabo una reunión para verificar la situación de seguridad». Además, las Fuerzas Armadas, que están realizando labores para recoger los escombros, han rescatado un objeto flotante que supuestamente forma parte del misil lanzado por Pyongyang. Después de recolectar los restos del proyectil, los militares verificarán la naturaleza del mismo, para investigar el tipo de materiales utilizados y el nivel de tecnología, informa la citada agencia. Por su parte, el Gobierno nipón emitió alrededor de las 06.30 horas (hora local) una alerta a los ciudadanos de la prefectura de Okinawa.
«Parece que se lanzó un misil desde Corea del Norte en dirección a la prefectura de Okinawa. Evacúe adentro o bajo tierra», rezaba el comunicado. Minutos después --a las 7.04 horas-- las autoridades emitieron un segundo mensaje en el que indicaban que «se cree que los misiles anteriormente no llegarán a nuestro país: cancelaremos la llamada para evacuar». El primer ministro japonés, Fumio Kishida, ha ordenado a los ministerios y agencias pertinentes recopilar información sobre el lanzamiento de misiles.
Condena internacional
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha condenado el lanzamiento del satélite militar norcoreano, alegando que «todo lanzamiento que utilice tecnología de misiles balísticos es contrario a las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad». Así pues, Guterres, según ha indicado su portavoz, Stéphane Dujarric, ha reiterado su llamamiento a las autoridades norcoreanas para que «cesen tales actos y reanuden rápidamente el diálogo para lograr el objetivo de una paz sostenible y la desnuclearización completa y verificable de la península de Corea». Por su parte, Washington, Seúl y Tokio han mantenido contactos trilaterales tras el lanzamiento fallido del cohete en los que han condenado la medida de Pyongyang, indicando que representa «una amenaza grave e inminente para la seguridad regional, así como un desafío claro y serio para la comunidad internacional».
La Casa Blanca ha condenado «enérgicamente» el lanzamiento norcoreano, que «utiliza tecnología de misiles balísticos», ya que es una «flagrante violación de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, aumenta las tensiones y corre el riesgo de desestabilizar la situación de seguridad más allá de la región». «En este supuesto lanzamiento espacial se han utilizado tecnologías directamente relacionadas con el programa de misiles balísticos intercontinentales de la República Popular Democrática de Corea (RPDC)», reza un comunicado. El presidente estadounidense, Joe Biden, y su equipo de seguridad nacional están evaluando la situación en «estrecha coordinación con los aliados y socios».
Así, Washington ha advertido que tomará «todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la patria estadounidense y la defensa de nuestros aliados Corea del Sur y Japón». Además, la Casa Blanca ha instado a «todos los países» a que condenen este lanzamiento y pidan a las autoridades norcoreanas que «se sienten a la mesa para entablar negociaciones serias». «No se ha cerrado la puerta a la diplomacia, pero Pyongyang debe cesar inmediatamente sus acciones provocadoras y optar en su lugar por el compromiso», agrega la misiva.