El ejército ucraniano continúa intentando destruir el mayor número de infraestructura logística y armamento ruso antes de lanzar su esperada contraofensiva, y en las últimas 24 horas alcanzó con misiles o artillería varios puntos de control, posiciones de artillería, un sistema antiaéreo y depósitos de combustible rusos, según el Estado Mayor de Kiev.
Entre los objetivos alcanzados, el Estado Mayor enumera «tres puntos de control, una zona de concentración de recursos humanos del enemigo, cuatro unidades de artillería en posición de fuego, un sistema de defensa aérea complejo, tres depósitos de combustible y lubricantes y una estación militar radioeléctrica».
El parte militar ucraniano informa a diario de la destrucción de este tipo de objetivos rusos en el frente y en los territorios ocupados. Con estas acciones, que van acompañadas de golpes similares con drones o acciones de sabotaje dentro de Rusia que Kiev no anuncia, Ucrania trata de cortar las vías de suministro a las tropas rusas en el frente y torpedear su capacidad de coordinación, de manera que tengan dificultades para enfrentarse a la contraofensiva ucraniana.
Medios ucranianos han publicado esta semana las primeras fotos de un punto de control del sistema de misiles antiaéreos S-400. Este valioso sistema habría sido destruido por lanzacohetes HIMARS de fabricación estadounidense en la región de Jersón del sur de Ucrania, parcialmente ocupada por Rusia.