El Gobierno de Islandia ha suspendido la temporada de verano de caza de ballenas a raíz de un informe que desaconseja la reanudación de esta práctica, que en teoría debía retomarse a partir de este mismo miércoles, por considerarla contraria a las leyes en vigor, incluida la Ley de Bienestar Animal.
La ministra de Agricultura y Pesca, Svandis Svavarsdottir, ha afirmado en un comunicado que el informe es «inequívoco» y no cabe más medida que paralizar «temporalmente» la caza de ballenas, al menos hasta el 31 de agosto.
Los expertos han cuestionado tanto el tiempo que tarda en morir el animal como el método de pesca utilizado.
El Ejecutivo se compromete ahora a examinar posibles cambios y restricciones para que una hipotética reanudación de la pesca cumpla con las leyes en vigor. Si no se encuentra un consenso, Svavarsdottir ya ha deslizado la posibilidad de interrumpir esta práctica de forma definitiva.
La temporada de verano de 2022 se saldó con la muerte de 148 ejemplares, pero los últimos informes encargados por el Gobierno han coincidido con las quejas de organizaciones animalistas que alertan del sufrimiento animal. La principal autoridad veterinaria cifró en dos horas el tiempo que pueden tardar en morir las ballenas.