Una nueva ola de protestas violentas mantiene en vilo a Francia. Las fuerzas de seguridad contabilizan ya más de mil detenidos y más de una decena de centros asaltados, entre ellos, escuelas y comisarías de policías. ¿Qué está ocurriendo y por qué protestan esta vez los franceses?
Matado a tiros por la policía por motivos racistas
Los motivos de la oleada de disturbios y protestas en el país galo tienen su origen en la muerte este martes, 27 de junio, de Nahel M., un joven de 17 años. A las nueve de la mañana de ese día, Nahel, a bordo de un Mercedes AMG de color amarillo, se trató de dar a la fuga de un control policial, momento en el que un gendarme le disparó en el tórax a quemarropa. Los sanitarios trataron de reanimarle, pero acabó muriendo minutos más tarde a causa del disparo. La Gendarmería argumentó en el informe que el vehículo se había saltado una señal de tráfico y que el disparo del agente fue en defensa propia, porque el joven iba a acelerar contra los policías.
Sin embargo, el vídeo de un vecino de la zona se viralizó en redes sociales al contradecir la versión oficial. En las imágenes se ve cómo parece que uno de los policías le amenaza con pegarle un tiro en la cabeza, motivo por el que el joven trata de huir con el coche. El agente dispara y el Mercedes acaba estrellándose a escasos metros. En su interior, además de Nahel, iba otro menor, que acabó detenido, y una tercera persona que huyó del lugar y se encuentra en paradero desconocido.
Cronología de una respuesta ciudadana multitudinaria
El suceso ha reabierto la polémica de la violencia policial por motivos racistas. El caso -y la consiguiente respuesta ciudadana- recuerda a lo ocurrido en 2020 con el asesinato de George Floyd. Ese mismo martes por la noche se produjo la primera noche de protestas, tras una concentración en Nanterre, a las afueras de París. Se saldó con 31 personas detenidas, 24 agentes heridos y 40 vehículos quemados. Los manifestantes también incendiaron el anexo al Ayuntamiento de Mantes-la-Jolie, otra localidad a las afueras de la capital francesa. Los disturbios se prolongaron hasta las 3:30h de la madrugada.
La ola de protestas se ha ido extendiendo a cada vez más ciudades del país, así como los disturbios. Durante la segunda noche, este miércoles, 28 de junio, la violencia escaló: se incendiaron colegios y comisarías. Unas 150 personas acabaron detenidas. El jueves, la tercera noche, la propia madre de Nahel llamó a la concentración en protesta por la muerte de su hijo. Se sumaron a las protestas todavía más ciudades, pero también aumentó el despliegue policial, pasando de 9.000 agentes a 40.000. Ello no apaciguó las revueltas: 875 manifestantes han sido detenidos y 240 han resultado heridos. Los cada vez más graves incidentes llevaron el viernes al presidente de la República, Emmanuel Macron, a convocar la célula de crisis.
Macron denunció este viernes una «instrumentalización inaceptable» de la muerte del adolescente: «Está claro que el contexto deriva de grupos organizados, violentos y equipados (...), pero también de muchos jóvenes», a lo que añadió que «es responsabilidad de los padres que se queden en casa». Por la noche, en la cuarta jornada de protestas, al menos 994 personas han sido detenidas en Francia y 79 policías han resultado heridos. Pese al mayor número de detenidos, según la policía, los incidentes han sido de menor intensidad (se han contabilizado 1.350 vehículos incendiados y desperfectos en unos 234 edificios). Especialmente dura ha sido la noche en Marsella, donde una treintena de jóvenes han asaltado una armería y se han hecho con rifles de caza. La ciudad ha tenido que pedir en mitad de la noche refuerzo policial.