La oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Colombia denunció este miércoles la desaparición de nueve personas en la última semana en el convulso departamento de Arauca (noreste), fronterizo con Venezuela. «Condenamos estas desapariciones y exigimos que liberen a todas las personas de inmediato», indicó la institución a través de sus redes sociales, donde detalló que entre los nueve desaparecidos hay dos mujeres y cuatro menores de edad, incluido un niño con condición autista.
Entre enero y junio de 2023, la oficina de la ONU ha recibido información sobre 74 asesinatos de civiles en un departamento donde «muchas personas» sienten «miedo y zozobra y lo que quieren es paz y respeto por sus derechos. En este contexto, la institución hizo un llamamiento a «los actores armados no estatales» a «respetar a la población civil y a quienes no participan en las hostilidades, de acuerdo con las obligaciones del Derecho Internacional Humanitario y en respuesta a la apuesta de paz que han escogido».
«Sin el respeto y garantía a los derechos humanos no hay paz», agregó la oficina del Alto Comisionado de a ONU para los Derechos Humanos en Colombia. El llamado se hace después de que se conociera este miércoles el secuestro de la sargento Ghislaine Ramírez y sus dos hijos menores por parte de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), un día antes de que arranque el cese el fuego bilateral acordado con el Gobierno. Arauca es una de las regiones más convulsas de la región, con fuerte presencia del ELN y de disidencias de las FARC que mantienen enfrentamientos por el control del territorio.
Hace tan solo una semana, el pasado 27 de junio, el Ejército informó de la muerte de seis integrantes del ELN tras una operación de las fuerzas militares adelantada apenas unas horas después de que el comandante del ELN, Eliécer Herlinto Chamorro, alias «Antonio García», asegurara que la extrema derecha y las Fuerzas Militares tienen un «plan» para boicotear el cese al fuego bilateral negociado con el Gobierno. El ministro de Defensa, Iván Velásquez, respondió asegurando que no existe «un plan de la extrema derecha», sino que la operación era «en cumplimiento del deber de las fuerzas militares».
El apunte
Explosiones y tiroteos
El alcalde de la ciudad colombiana de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas, ha informado de que la Policía ha detenido a cinco personas por la explosión de un artefacto contra una comisaría de la ciudad que ha dejado nueve policías heridos de levedad. «Dada la buena acción y coordinación de las instituciones hay captura de cinco ciudadanos, tres colombianos y dos de nacionalidad extranjera» ha explicado en una rueda de la prensa recogidas en la cuenta de Twitter del alcalde.
«Vamos a ofrecer recompensa de hasta 50 millones de pesos (unos 11.000 euros) para que los ciudadanos denuncien a las personas que han estado actuando de manera vandálica en la ciudad», ha añadido Cárdenas. El alcalde ha condenado un ataque «que se suma a los que han vivido varias ciudades del país en los últimos días». Por otra parte, el general José James Roa ha declarado que el artefacto ha herido a nueve policías de la Estación de Policía Norte; tres de ellos ya han sido dados de alta y los otros seis se encuentran fuera de peligro, según ha recogido la emisora Radio Caracol.
Además, la estación de Policía del municipio de Fortul, en el departamento de Arauca (noreste), fue hostigada con ráfagas de fusil durante aproximadamente 10 minutos, un ataque que los agentes lograron repeler, informaron las autoridades este miércoles. A las 20.15 hora local (1.15 GMT) «uniformados de la Estación de Policía Fortul en Arauca fueron hostigados con ráfagas de fusil durante un lapso aproximado de 10 minutos» y tras activar el Plan Defensa lograron «conjurar el ataque armado», indicó la Policía en un comunicado.