El Gobierno de Armenia cifró en 19.000 los refugiados que han llegado al país desde el domingo procedentes de Nagorno Karabaj, territorio poblado por armenios pero perteneciente a Azerbaiyán. El viceprimer ministro armenio, Tigrán Jachatrián, explicó en rueda de prensa que 2.500 ya han sido reasentados, pero se han dirigido al Estado en busca de ayuda.
Mientras, otros 1.200 están en proceso de instalación y el resto de desplazados tiene vivienda en territorio de la antigua república soviética. Jachatrián destacó que el ejecutivo baraja incrementar los medios de asistencia de los refugiados que cruzan diariamente el paso situado en la localidad de Kornidzor.
Las imágenes de la televisión armenia muestran grandes colas de automóviles en la carretera que lleva al centro humanitario, aunque se desconocen cuántos de los 120.000 habitantes de Nagorno Karabaj optarán por permanecer en el territorio. Las autoridades declararon que proveerán alojamiento a todos los desplazados, muchos de los cuales ya han recibido albergue en Kornidzor, en la frontera con Azerbaiyán y a unos 150 kilómetros de Nagorno Karabaj.
Este domingo las autoridades de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj, que capituló tras la operación militar lanzada hace una semana por Azerbaiyán, anunciaron que aquellos ciudadanos que se quedaron sin hogar y fueron acogidos por los pacificadores rusos podían desplazarse a la vecina Armenia si así lo deseaban.
El resto de los ciudadanos que deseen abandonar la región que se integrará en Azerbaiyán podrán hacerlo tras completarse el traslado de los desplazados, señaló el Centro de Información de la autoproclamada república. El presidente azerbaiyano, Ilham Alíev, ha prometido que respetará los derechos de los karabajíes, aunque el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, denunció que tiene lugar la «limpieza étnica» del montañoso territorio.