El líder de la república rusa de Chechenia, Ramzán Kadírov, conocido por las sistemáticas violaciones de los derechos humanos en esa región, que controla con mano dura, designó a su hijo de quince años, Adam, como jefe de su servicio de seguridad, informó el ministro de Sanidad checheno, Adam Aljánov. «Felicito de todo corazón (...) a Adam Kadírov por su designación en el importante puesto de jefe del departamento de seguridad del líder de la república de Chechenia», escribió en Telegram.
Aljánov señaló que Adam, «pese a su juventud, ya tiene gran experiencia práctica» y tiene un «fuerte espíritu guerrero», por lo que nada lo detendrá a la hora de defender a su padre, su pueblo, su religión y su patria. Adam Kadírov, condecorado por «sus méritos» tanto en Chechenia como en Tatarstán, se convirtió en objeto de polémicas en septiembre pasado tras difundir un vídeo en las redes sociales en que propinaba una paliza a un ruso detenido por quemar el Corán. El líder checheno dio un espaldarazo a su hijo y aseguró sentirse orgulloso de su conducta, mientras las autoridades rusas prefirieron ignorar el incidente a pesar de algunas protestas en clave interna.
Por otra parte, el líder de la república de Chechenia ha informado de que antiguos miembros de la organización de mercenarios Grupo Wagner están entrenando con las fuerzas especiales Ajmat, un grupo de militares chechenos activo en la guerra en Ucrania. Según ha detallado Kadírov en su canal de Telegram, estos antiguos mercenarios de Wagner deberán pasar por entrenamientos de «coordinación de combate» antes de realizar «misiones operativas» en el campo de batalla junto a las tropas del batallón Ajmat.
«Las fuerzas especiales de Ajmat toman calidad, no cantidad. Este hecho es conocido por todos. Me alegro de que hoy a las filas de la famosa unidad se hayan sumado combatientes que tienen una excelente experiencia de combate y han demostrado ser guerreros valientes y eficaces», ha manifestado Kadírov. Finalmente, el líder checheno, brazo derecho del presidente de Rusia, Vladímir Putin, se ha mostrado confiado de que las próximas batallas en las que participe el batallón Ajmat estará «a la altura» de los combatientes antiguos mercenarios del Grupo Wagner.
La organización de mercenarios Grupo Wagner tuvo un rol destacado en la guerra en Ucrania, combatiendo del lado de las tropas rusas hasta que a finales de junio el líder del grupo, Yevgeni Prigozhin, inició una revuelta contra el liderazgo militar ruso e incluso llegó a marchar rumbo hacia la capital. Tras esto, Rusia decidió prescindir de los servicios del Grupo Wagner, a cuyos mercenarios envió en su gran mayoría a territorio de Bielorrusia. Prigozhin, por su parte, tras varias semanas en paradero desconocido, falleció en un accidente de avión a finales de agosto.