La Asamblea Nacional de Francia ha aprobado este lunes por la noche prohibir la producción y venta de los conocidos como 'vapers', cigarrillos electrónicos desechables, que han adquirido mucha popularidad en los últimos dos años. Los diputados han votado a favor de su prohibición alentados por las advertencias de los expertos: suponen un paso previo hacia el tabaquismo y son igual de adictivos y nocivos que los cigarros al uso.
El proyecto de ley fue propuesto por diputados del partido ecologista y del de Emmanuel Macron, Renaissance. Aún tendrá que pasar por el visto bueno del Senado y de la Comisión Europea para adquirir vigencia, lo que se espera que ocurra antes de finales de verano de 2024.
Riesgos
Según las encuestas realizadas en España por Estudes y Edades si en 2016 lo consumieron el 19 % de la franja adolescente y juvenil, en cuatro años la cifra se duplicó hasta alcanzar el 40 % en 2020. Y aún faltan cifras de 2023, probablemente mucho mayores debido al crecimiento de la popularidad. La Conselleria de salud de Baleares ya emprendió una campaña en redes sociales hace dos meses para prevenir el consumo de 'vapers' entre los jóvenes. «La composición de este producto es cancerígena ¿Podemos decir que ha producido cáncer? Todavía no porque hacen faltan años para desarrollarlo, pero a la larga lo veremos», advirtió Elena Tejera, la coordinadora autonómica del Pla de Drogues a Ultima Hora a principios de este año.
Además de los riesgos para la salud, el proyecto de ley aprobado en el parlamento francés también subraya las consecuencias medioambientales de la creciente venta de estos productos. Y es que, fabricados de plástico de un solo uso, son de muy difícil degradación.
El paso en firme contra los vapers por parte de la Asamblea Nacional francesa marca una postura legal estatal contra este producto.