Rodeado de la destrucción que han causado los bombardeos israelíes, el hospital Naser, uno de los más importantes del sur de la Franja de Gaza, parece una isla: entre un mar de escombros y montañas de basura, sus capacidades médicas colapsan mientras los miles de refugiados que alberga sufren el asedio militar de Israel. El hospital se erige en el corazón de Jan Yunis, en el sur de la Franja adonde se desplazaron -por orden del Ejército israelí- cientos de miles de gazatíes desde el norte del enclave, para evadir el grueso de los combates.
Pero al extenderse la ofensiva de Israel, con ataques aéreos e incluso con tropas terrestres dentro de Jan Yunis - bastión militar de Hamás y de su líder Yayha Sinwar- este lugar se ha vuelto una zona de desastre en la que quedaron atrapados miles de familias gazatíes. La sala de espera del hospital Naser se convirtió en un campamento multitudinario; y los enfermeros deben sortear colchonetas y mantas mientras recorren los pasillos, muchos de ellos a oscuras por la falta de electricidad.
«El número de personas desplazadas aumentó porque se les pidió que abandonaran sus hogares y se les dijo que había lugares seguros en el sur, pero fueron bombardeados igual», comentó a EFE Husam, una abuela de 54 años que se refugia junto a 34 miembros de su familia en el hospital Naser desde hace más de 45 días. «¿Qué mal han hecho estos niños y mujeres? ¿Por qué Israel no lucha contra los combatientes de la resistencia?», cuestiona sobre las víctimas civiles. En el hospital Naser, los niños juegan como pueden y los médicos no se dan abasto para atender a un número cada vez más grande de heridos por los ataques y enfermos por los brotes epidémicos.
«La situación sanitaria en los hospitales del sur es catastrófica e insoportable, faltan capacidades terapéuticas y clínicas», afirma el portavoz del Ministerio de Sanidad de Gaza, Ashraf al Qudra. Las unidades de cuidados intensivos han superado su capacidad en un 233 %, según las autoridades. Jan Yunis, zona de desastre Los edificios aledaños al hospital han quedado reducidos a humeantes colinas de escombros, sobre las que los rescatistas tratan de desenterrar a mano algún superviviente.
Los habitantes, recuperan de entre los tabiques rotos alguna cobija, un pequeño tanque de gas o juguetes de los niños. «Como puede ver, los cazas (de Israel) no dejaron nada, ni edificios ni humanos», comenta a EFE un agente de la Defensa Civil de Gaza mientras escudriña las ruinas. Con las manos en los bolsillos, un niño cabizbajo contempla la escena apocalíptica. Un poco más lejos, sobre calles por las que aún se puede transitar, las familias intentan sobrevivir: algunas hacen fila para rellenar sus cubos de agua, otros levantan carpas en explanadas y otros emprenden la huida -a pie, en bicicleta o en auto- hacia Rafah, en el extremo sur de la Franja, donde los bombardeos no han cesado.
Mientras unos cargan sus carretas tiradas por burros con sus objetos más preciados, otros abarrotan una camioneta con la mayor cantidad de gente posible. Siempre, con el sonido de los disparos de fondo. Hospitales bajo la mira Los ataques israelíes sobre la Franja han ocasionado más de 18.400 muertos, 50.000 heridos y 1,8 millones de desplazados desde que se inició la guerra, el 7 de octubre.
Los hospitales de la Franja operan bajo mínimos y en medio de una grave crisis humanitaria por la escasez de agua potable, alimentos, medicinas, electricidad y combustible, además de los constantes ataques. Los aviones de combate de Israel también bombardearon los alrededores del hospital Al Amal, en Jan Yunis, mientras la artillería acorrala a los habitantes de la zona. Y en el norte de la Franja, el Ejército israelí irrumpió la noche del martes en el hospital Kamal Adwan, en Beit Lahia, en una operación similar a la que aplicó el mes pasado en el hospital Al Shifa, el centro médico más importante de Gaza y donde se hallaron túneles e infraestructura del grupo islamista Hamás, que controla de facto el enclave.
«Las fuerzas de ocupación israelíes asaltaron el hospital Kamal Adwan después de asediarlo y bombardearlo durante varios días y arrestaron a su director», indicó el Ministerio de Sanidad de Gaza, al asegurar que los soldado israelíes «sacaron del hospital a más de 70 miembros del personal sanitario con destino desconocido».
El Ejército israelí ordenó la evacuación del personal restante y de los pacientes, entre los que hay 65 heridos y 12 niños enfermos, añadió el ministerio. Por otro lado, la organización Médicos Sin Fronteras informó que uno de sus cirujanos resultó herido dentro del hospital de Al Awda, en Jabalia, en el norte de Gaza, por un disparo desde fuera de las instalaciones. «Hay francotiradores rodeando el hospital», indicó el organismo, que asegura que al menos a cinco miembros del personal médico han sido asesinados. En total, el Ejército israelí ha atacado 137 instituciones médicas de la Franja y asesinado a casi 300 miembros de su personal, además de dejar fuera de servicio 22 hospitales y 46 centros de atención primaria, según el Ministerio de Sanidad gazatí.