El Ejército israelí ha matado a tres palestinos en un ataque aéreo con un dron en el campo de refugiados de Balata, en la urbe de Nablus, en el norte de Cisjordania ocupada, y el objetivo atacado fue el jefe de las milicias locales del campo. Horas después un segundo ataque israelí con dron mató a cuatro palestinos en la urbe de Tulkarem, tras varias horas de incursión militar en la ciudad, informó un portavoz del servicio médico Media Luna Roja palestina.
Este ataque se produce pocas horas después de otra ofensiva con un aparato aéreo no tripulado en el campo de refugiados de Balata, en la ciudad cisjordana de Nablus, donde el Ejército israelí anunció que mató al jefe de las milicias locales, y otras dos personas también murieron en el ataque, según la agencia oficial noticias palestina Wafa. «Tres ciudadanos murieron la madrugada del miércoles cuando un dron de la ocupación (Israel) bombardeó un coche cerca del campo de Balata», uno de los bastiones de la resistencia armada palestina, en un ataque con aparato aéreo no tripulado, un tipo de acción que se ha ido produciendo cada vez más en Cisjordania desde 2023 a medida que aumentó la violencia.
El Ejército israelí confirmó el ataque aéreo y dijo que «eliminó al jefe de la infraestructura terrorista del campo de Balata», al que identificó como Amer Abdulah Abu Shalal, atacado «junto con los miembros de su célula terrorista« cuando »planeaba llevar a cabo un inminente ataque a gran escala» contra fuerzas israelíes.
Abu Shalal «era el jefe de la infraestructura terrorista central en Nablus» en el área, y «fue responsable de realizar una serie de ataques terroristas durante el último año, incluido un ataque a tiros» en Jerusalén en abril de 2023 en el que dos israelíes fueron heridos, aseguró un portavoz militar en un comunicado, que también le acusó de «ser responsable de ataques con bomba contra soldados». «La célula terrorista fue eliminada por un aparato aéreo tras la información de Inteligencia» sobre «las intenciones de Abu Shalal y su célula de llevar a cabo un ataque inminente», agregó el Ejército.
Nablus y el campo de refugiados de Balata -el más grande y con mayor densidad demográfica de Cisjordania- fueron uno de los puntos de la región en el que surgieron nuevos grupos armados formados más bien por jóvenes palestinos que actúan de forma autónoma, sin tutela de las facciones políticas tradicionales y fuera del control de las fuerzas de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina.
Esto hizo que desde 2022 y durante 2023 las incursiones militares israelíes aumentaran en gran medida en el área norte de Cisjordania, tanto en Nablus -donde surgió una milicia local llamada Guarida de los Leones cuya gran parte de miembros han muerto- como en otro de los núcleos de la resistencia armada, la ciudad de Yenín, donde las operaciones del Ejército también derivaron en gran cifra de muertos.
Según Wafa, tras su ataque aéreo, las fuerzas israelíes entraron esta mañana a Balata, donde «allanaron viviendas y destruyeron casas, en medio de enfrentamientos e intensos tiroteos». Todo ello se produce en plena escalada de tensión en Cisjordania, donde la violencia en el marco del conflicto palestino-israelí ya había alcanzado máximos récords en las últimas dos décadas, y que aumentó aún más tras estallar la guerra entre Hamás e Israel en Gaza el 7 de octubre. Desde entonces, unos 359 palestinos han muerto por fuego israelí en territorio cisjordano. Israel se hizo con el control de Cisjordania en 1967, y desde entonces mantiene un largo régimen de ocupación y colonización sobre este territorio.