El presidente ruso, Vladímir Putin, viajó este jueves al enclave de Kaliningrado, incrustado entre Polonia y Lituania, poco después del inicio de los mayores ejercicios militares de la OTAN desde el fin de la Guerra Fría.
Según el Kremlin, la visita de Putin a Kaliningrado, aislada del resto del territorio ruso y situada a orillas del Báltico, responde al Día del Estudiante e incluye una reunión del líder ruso con los alumnos de la Universidad Estatal Immanuel Kant.
El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, negó asimismo que el viaje busque trasladar un «mensaje» a la Alianza Atlántica. También aseguró que «se tomaron todas las medidas» para garantizar la seguridad del jefe del Kremlin durante el vuelo de su avión al enclave sin revelar la ruta de la aeronave.
Con todo, aseguró que Rusia no había pedido a Lituania, que cerró su espacio aéreo para Rusia tras el inicio de la guerra en Ucrania, un «corredor aéreo» para el tránsito del avión presidencial ruso. La última vez que el líder ruso viajó a Kaliningrado, que acoge la Flota rusa del Báltico, fue en septiembre de 2022.
La OTAN inició esta semana las maniobras militares «Steadfast Defender 2024» (firme defensor, en español), que cuentan con 90.000 efectivos de los países miembros y de Suecia, cuyo ingreso en la alianza pende ahora solo del visto bueno de Hungría. Los ejercicios, que se extenderán hasta el mes de mayo, se desarrollarán principalmente en el flanco oriental de la Alianza.