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La UE lamenta la «cruel» ejecución de un preso con gas nitrógeno en Alabama

La condena a muerte con gas nitrógeno ha sido criticada por expertos por experimental y, potencialmente, innecesariamente dolorosa y peligrosa para el condenado y los presentes en la sala

Protesta abolicionista ante la ejecución con nitrógeno en Alabama. | Reuters - MICAH GREEN

| Bruselas |

La Unión Europea ha expresado este viernes su rechazo a la «cruel» ejecución de un preso en Alabama, en el sur de Estados Unidos, en la primera pena de muerte realizada con gas nitrógeno, que tuvo lugar después de que el Tribunal Supremo del país rechazara intervenir en este caso. En un comunicado, el Servicio de Acción Exterior de la UE ha «lamentado» la ejecución del reo Kenneth Smith, por asfixia aplicando el gas nitrógeno, un método «particularmente cruel e inusual».

A esto se suma que el preso que ya sobrevivió en noviembre de 2022 a una inyección letal fallida. Sobre el uso de la pena capital en Estados Unidos, la UE muestra su preocupación por el aumento de ejecuciones el año pasado, cuando se aplicó la pena de muerte contra 24 presos en cinco estados del país.

«Pedimos a los estados que mantienen la pena de muerte que apliquen una moratoria y avancen hacia la abolición, en línea con la tendencia mundial», recalca el texto que aplaude que 29 estados estadounidense ya han abolido la pena de muerte o aplicado moratorias a las ejecuciones. En este sentido, la diplomacia europea reitera su oposición firme a este castigo «en todo momento y circunstancia».

«Es una violación del derecho a la vida y la negación definitiva de la dignidad humana», ha indicado, subrayando que la pena de muerte «no disuade a la delincuencia» y «representa un castigo último que hace irreversibles los errores judiciales». La UE recuerda que en Estados Unidos 196 personas inocentes han sido exoneradas de la pena capital cuando se encontraban en el corredor de la muerte.

La condena a muerte con gas nitrógeno ha sido criticada por expertos por experimental y, potencialmente, innecesariamente dolorosa y peligrosa para el condenado y los presentes en la sala. Smith, que ha estado tres décadas en el corredor de la muerte, fue condenado en 1988 por el asesinato a sueldo de Elizabeth Sennett, cuyo marido -Charles Sennett- contrató a varios hombres para matar a su mujer y que pareciera que había muerto en un robo. El esposo se suicidó una semana después, cuando las investigaciones se centraban en él. Smith fue detenido posteriormente, declarado culpable y sentenciado a muerte.

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