El líder del brazo político del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Ismail Haniye, ha confirmado este martes que el grupo ha recibido una propuesta de alto el fuego y ha destacado que la «estudia», en medio de la ofensiva lanzada por el Ejército de Israel contra la Franja de Gaza tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por la formación islamista contra Israel.
Haniye ha señalado que el grupo «ha recibido la propuesta circulada durante la reunión en París sobre la detención de la agresión y la liberación de prisioneros». «Estamos en el proceso de estudiarla para enviar una respuesta, teniendo en cuenta que la prioridad debe ser detener la brutal agresión contra Gaza y la retirada total de las fuerzas de ocupación presentes en la Franja», ha agregado.
Así, ha hecho referencia al documento preparado durante una reunión organizada este fin de semana en la capital de Francia entre representantes de Estados Unidos, Israel, Qatar y Egipto de cara a intentar lograr un acuerdo entre las partes para un alto el fuego y la liberación de rehenes en manos del grupo islamista palestino.
«El movimiento está abierto a discutir cualquier iniciativa o idea seria y práctica, siempre y cuando lleven a un cese exhaustivo de la agresión y garantice un proceso de retorno para la población forzada a huir por las medidas de la ocupación y aquellos cuyas casas fueron destruidas, así como una reconstrucción, una retirada del cerco y la finalización del proceso de intercambio (de prisioneros y rehenes)», ha explicado. Haniye ha destacado el papel jugado por Egipto y Qatar para intentar lograr un alto el fuego en Gaza y «poner fin a la agresión contra el pueblo palestino en Jerusalén y Cisjordania», antes de desvelar una invitación para viajar a El Cairo y discutir la propuesta pactada en París, según ha informado el Centro Palestino de Información.
Asimismo, ha reclamado a la comunidad internacional «presionar a la ocupación» para que «ponga fin a sus masacres y crímenes de guerra», antes de negar que Hamás vaya a hacer «concesiones» ante «la agresión y los crímenes de los militares». Por otra parte, ha criticado la decisión de Estados Unidos y otros países de suspender la entrega de financiación a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) tras las acusaciones contra doce de sus trabajadores por su presunto papel en los ataques del 7 de octubre.
«Estas decisiones son una clara violación de la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que pidió aumentar la ayuda a Gaza, no reducirla. Estas posiciones revelan la existencia de una política sistemática por parte de estos países para apoyar a la ocupación a través del hambre y el cerco de la población, en lugar de respetar la histórica decisión del tribunal», ha dicho.
Haniye ha incidido en que «las justificaciones dadas por estos países para suspender las contribuciones son débiles y no se basan en pruebas, más allá de las presentadas por la ocupación y la propaganda destinada a presionar a la ONU y castigarla por los informes presentados ante la CIJ sobre los efectos de la brutal agresión». El Ejército de Israel lanzó su ofensiva contra Gaza tras los ataques de Hamás, que dejaron cerca de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados. Las autoridades gazatíes, controladas por el grupo islamista, han denunciado más de 26.700 muertos, a los que se suman más de 365 en Cisjordania y Jerusalén Este en operaciones de las fuerzas de seguridad y por ataques ejecutados por colonos.