El Ejército de Israel ha llevado a cabo este jueves nuevos bombardeos contra «infraestructura militar» del partido-milicia chií Hezbolá en el sur de Líbano, después de que el grupo haya llevado a cabo ataques con proyectiles contra puntos en el norte del país vecino. «Aviones de combate han atacado recientemente una infraestructura militar de Hezbolá en el área de Marun al Ras e infraestructuras terroristas de la organización en las áreas de Kafr Kila y Jiam», ha manifestado el Ejército en un comunicado en su página web.
Asimismo, ha confirmado varios ataques desde el sur de Líbano contra puntos en Kiryat Shmona y Kfar Yuval, sin que haya informaciones sobre víctimas. «Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han atacado la fuente de los disparos», ha subrayado. Por su parte, Hezbolá ha indicado en varios comunicados que ha disparado proyectiles contra puestos militares en Kiryat Shmona, Kfar Yuval y Ruaisat al Alam, en las Granjas de Shebaa, tal y como ha recogido la cadena de televisión libanesa Al Manar, vinculada a Hezbolá. El Ejército de Israel y Hezbolá han protagonizado enfrentamientos diarios en la frontera común desde el 8 de octubre, un día después de los ataques perpetrados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) contra territorio israelí, lo que ha hecho temer con una expansión del conflicto en la región.
Asimismo, la organización israelí Médicos por los Derechos Humanos denunció este jueves los ataques israelíes contra el sistema de salud de la Franja de Gaza, que en las últimas semanas se han cebado con los hospitales Naser y Al Amal de Jan Yunis, y pidió que sean investigados como crimen de guerra. «Las exigencias poco realistas del Ejército israelí de evacuar los hospitales y las brechas entre sus afirmaciones y las pruebas presentadas plantean serias preocupaciones de que los ataques a la infraestructura médica son deliberados, sistemáticos y desproporcionados», afirmó la filial israelí de Médicos por los Derechos Humanos.
El grupo cuestiona la validez del argumento israelí de que los hospitales de la Franja han perdido su derecho a una protección especial por ser supuestamente utilizados como centros de mando de Hamás y subrayó que en todo caso se trata de una violación del derecho internacional humanitario y de posibles crímenes de guerra. La organización ha documentado 142 ataques contra centros de salud de la Franja, dejando fuera de servicio a 30 hospitales y 53 clínicas.
A comienzos de este año, solo ocho de los 36 hospitales del enclave seguían parcialmente operativos, entre ellos el Naser y el Al Amal, que en los últimos días han quedado fuera de servicio tras el asedio de más de 30 días de las tropas israelíes. Los daños a los centros médicos se han agravado también por la «falta crítica» de personal médico, ya que 326 trabajadores sanitarios han muerto, 350 han resultado heridos y 99 han sido arrestados, lo que ha dejado la asistencia médica en la Franja al borde del colapso, desbordada no solo para atender a los heridos por los bombardeos y combates, sino también a enfermos crónicos o con patologías previas.