El primer ministro eslovaco, Robert Fico, ya no corre peligro inmediato, pero su estado sigue siendo grave, dijo el domingo su viceprimer ministro, cuatro días después de un intento de asesinato que conmocionó a toda Europa. «Lo peor que nos temíamos ha pasado, al menos por el momento», aseguró el viceprimer ministro, Robert Kalinak, en una rueda de prensa a las puertas del hospital donde Fico está siendo tratado en la ciudad de Banská Bystrica, en el centro de Eslovaquia.
El primer ministro fue atacado a disparos el miércoles en un atentado que hizo saltar las alarmas sobre el polarizado estado de la política en este país centroeuropeo de 5,4 millones de habitantes. Kalinak dijo a periodistas que el estado de Fico era aún demasiado grave como para plantearse su traslado a un hospital de la capital.
«Estamos todos un poco más tranquilos. Cuando decíamos que queríamos acercarnos a un pronóstico positivo, creo que estamos un paso más cerca de ello», añadió. «Pero su estado sigue siendo muy grave y por eso seguirá al cuidado de los médicos del hospital de Banská Bystrica». El tiroteo fue el primer gran intento de asesinato de un líder político europeo en más de 20 años.