El Gobierno de Israel ha amenazado este lunes con «hacer daño a los que le hagan daño» y ha recalcado que «los tiempos de la Inquisición han terminado», a la vez que ha detallado que la orden prohibiendo al Consulado de España en Jerusalén dar servicio a los palestinos entrará en vigor el 1 de junio, en el marco de la respuesta israelí a la decisión de Madrid reconocer el Estado de Palestina. «Los días de la Inquisición han terminado. Hoy en día, el pueblo judío tiene un Estado soberano e independiente, y nadie nos obligará a convertir nuestra religión ni amenazará nuestra existencia: aquellos que nos hacen daño, nosotros les haremos daño en respuesta», ha dicho el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz.
Así, ha señalado en un mensaje publicado en su cuenta en la red social X que Israel «no permanecerá callado ante un Gobierno que premia el terrorismo y cuyos líderes, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, corean el lema antisemita 'Del río al mar, Palestina será libre'». «Aquellos que premien a Hamás e intenten establecer un Estado terrorista palestino no tendrán contacto con los palestinos», ha manifestado, antes de detallar que ha dado orden «para enviar una nota diplomática a la Embajada de España en Israel prohibiendo al consulado español en Jerusalén realizar actividades consulares o prestar servicios consulares a residentes de la Autoridad Palestina».
Katz ha adjuntado además la nota enviada a la Embajada española en Israel con sus medidas en respuesta tras el reconocimiento del Estado de Palestina y las declaraciones de Díaz, tildadas por Israel de «antisemitas», texto que recalca «estas afirmaciones son una afrenta a la soberanía y la seguridad de Israel», motivo por el que limita los servicios consulares a «los residentes ene l distrito consular de Jerusalén». «Por orden del Ministerio de Exteriores, a partir del 1 de junio de 2024 el Consulado General de España en Jerusalén podrá dar servicios consulares únicamente a residentes en el distrito consular de Jerusalén. El Consulado General, o cualquiera en su nombre, no dará servicio a residentes en la Autoridad Palestina ni llevará a cabo funciones consulares o de otro tipo fuera del distrito de Jerusalén, sin consentimiento previo por escrito del Ministerio», especifica.
En este sentido, destaca que «esta política no se aplica a los servicios consulares a ciudadanos españoles» y advierte de que «si esta política no es respetada, el Ministerio no dudará a la hora de adoptar medidas adicionales». El propio Katz anunció el viernes de «cortar la conexión entre la representación de España en Israel y los palestinos» y «prohibir» que el Consulado en Jerusalén dé servicios a los palestinos residentes en Cisjordania tras el reconocimiento del Estado de Palestina, si bien en esta ocasión el ministro de Exteriores israelí ha elevado el tono contra Madrid, además de fijar una fecha para la entrada en vigor de dicha medida.
El Consulado General, creado en 1853, está en la actualidad encabezado por Alfonso Lucini y se encarga de las relaciones con la Autoridad Palestina, al tiempo que sirve como oficina consular para toda la ciudad de Jerusalén, así como para Cisjordania y la Franja de Gaza. El edificio se encuentra en el barrio de Sheij Yarrá, en Jerusalén Este. Sánchez anunció el 22 de mayo que España reconocerá desde este martes el Estado de Palestina, un paso dado el mismo día que Noruega e Irlanda y que ha desatado duras críticas por parte de Israel y aplausos por parte de las autoridades palestinas, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y los países y bloques de la región de Oriente Próximo.
Horas después, Díaz publicó un vídeo el que defendía el reconocimiento del Estado palestino, usando además el citado lema, y tildaba de «genocidio» la ofensiva militar lanzada por Israel contra la Franja de Gaza tras los ataques perpetrados el 7 de octubre por Hamás, que dejaron cerca de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados, según los balances oficiales. Las palabras de Díaz, que posteriormente recalcó que «no es antisemita» y que es partidaria de la fórmula de los dos Estados en Oriente Próximo, a la que se refería con el uso del lema, llevaron a la embajadora de Israel en España, Rodica Radian-Gordon, quien ha sido llamada a consultas por el Gobierno israelí, a cargar contra ella, en línea con las declaraciones formuladas por parte del Gobierno israelí, muy duro en sus críticas contra la vicepresidenta segunda y líder de Sumar.