Los ataques rusos contra territorio ucraniano han causado la muerte de seis civiles ucranianos en las últimas 24 horas, según datos de las autoridades regionales ucranianas recogidos por el diario 'Kyiv Independent'. Cuatro de las seis muertes se produjeron en la región oriental de Donetsk, donde tienen lugar las hostilidades más cruentas de todo el frente, según informó el jefe de la administración militar ucraniana de la zona, Vadim Filáshkin.
Los otros dos civiles muertos perdieron la vida en la región sureña de Jersón. Las dos víctimas son una mujer de 87 años y un hombre de 58, según el jefe de la administración militar regional, Oleksandr Prokudin. Jersón también ha sufrido cortes de electricidad debido a los bombardeos de las fuerzas rusas.
Además de estos seis muertos, los ataques rusos con drones, misiles, artillería y otros tipos de armamento provocaron durante la pasada jornada una treintena de heridos. Según el último recuento de muertos presentado por la ONU, que vio la luz en julio, al menos 11.284 civiles ucranianos han muerto desde el comienzo de la invasión militar rusa a gran escala de Ucrania.
A su vez, la Fuerza Aérea de Ucrania derribó en la noche del miércoles a este jueves dos drones modelo 'Shahed', de fabricación iraní, lanzados por Rusia en un ataque aéreo en el que los militares rusos también emplearon dos misiles balísticos Iskander-M y un misil anti-radar Kh-31P, informó el Ejército ucraniano.
En un mensaje en su canal de Telegram Mikola Oleschuk, comandante de la Fuerza Aérea de Ucrania, dio cuenta de que, «como resultado de las medidas» para neutralizar este ataque, no se «lamentaron víctimas ni serias consecuencias». Los drones fueron lanzados desde la región rusa de Kursk, sur del territorio ruso, según Oleschuk, mientras que los misiles fueron lanzados desde Belgorod y la península de Crimea, ocupada por Rusia.