Una mujer palestina de 59 años fue asesinada este jueves por el disparo de un soldado israelí en la aldea de Faqqua, en la gobernación de Yenín, norte de Cisjordania ocupada, donde participaba de la recogida de aceitunas de olivares de su familia.
Según fuentes de los servicios de emergencias y el Ministerio de Sanidad palestino, la víctima mortal es Hanan Abd Rahman Abu Salameh, quien fue disparada en el pecho cuando se encontraba cerca del muro de separación de Cisjordania junto a su familia, donde tienen el olivar. La temporada de recolección de aceitunas en Cisjordania ocupada, que comienza ahora hasta mediados de noviembre, hace que los palestinos deban afrontar numerosos actos violentos perpetrados por colonos y soldados israelíes, desde no poder acceder a sus tierras a la quema de sus olivos, hasta la agresión física o la muerte.
Según la agencia de noticias palestina Wafa, también los colonos abrieron fuego esta mañana contra quienes ayudaban a agricultores en la aldea de Kafr al Labad, al este de Tulkarem (norte de Cisjordania) a recoger aceitunas de sus tierras. Y ayer, según pudo presenciar EFE, un colono disparó al aire y amedrentó a un grupo de palestinos que había recogido aceitunas en el área de Masafer Yatta, cerca de Hebrón, con la ayuda de activistas israelíes, quienes también fueron durante más de una hora retenidos por reservistas y agentes de Policía.
Expertos de la ONU afirmaron que los agricultores de Cisjordania ocupada se enfrentan a «la temporada de aceitunas más peligrosa de la historia», instando a los colonos y soldados a no interferir en la cosecha y recomendando una «presencia extranjera» -normalmente activistas extranjeros- a modo de protección. Como detalla a EFE el activista y académico israelí Amiel Vardi, los palestinos ya no pudieron el año pasado recoger aceitunas, debido a la violencia e incursiones militares que siguieron al ataque múltiple de Hamás, y este año están pacediendo más ataques que nunca, además de acoso sin precedentes y «constantes actos de humillación».