El piloto del avión de carga de DHL que se estrelló este lunes en Vilna (Lituania) y que falleció en el accidente tiene nacionalidad española, al igual que un miembro de la tripulación que resultó herido y fue hospitalizado, según informó el jefe de comunicación de la Policía lituana, Ramūnas Matonis.
Matonis añadió que un ciudadano alemán y otro lituano también resultaron heridos y fueron hospitalizados después de que el Boeing 737 se estrellara en una zona residencial cercana al aeropuerto de Vilna, a pocos kilómetros de la pista de aterrizaje. El avión, que había partido desde la ciudad alemana de Leipzig, pertenecía a la compañía española Swiftair, según la radio pública LRT. Las causas del accidente todavía se están investigando, según el portavoz policial. «Se llevará a cabo una inspección del lugar de los hechos para determinar la causa del accidente aéreo. Se están investigando todas las circunstancias», recalcó a su vez en rueda de prensa el comisario general de Policía, Arūnas Paulauskas.
El suceso se produjo a las 05.31 hora local (03.31 GMT) cuando el Departamento de Bomberos y Rescate de Lituania (PAGD) recibió una información de que se había producido una explosión y un incendio en la calle Žirnių de Vilna. Un avión de carga se había estrellado y un edificio residencial de dos plantas se había incendiado. «El avión estaba aterrizando, pero cayó unos kilómetros antes del aeropuerto, derrapó varios cientos de metros y sus restos alcanzaron una casa residencial», señaló en una rueda de prensa el director del PAGD, Renatas Požėla.
Paulauskas indicó a su vez que el avión se estrelló contra un almacén que había junto al edificio. Se trata de una zona densamente poblada. Los bomberos rescataron a tres víctimas de entre los restos del avión y extrajeron a una persona muerta, el piloto español. Los equipos de rescate evacuaron además a 12 personas del edificio mientras los restos del avión ardían. El fuego fue extinguido por los bomberos que llegaron en seis camiones de bomberos y un camión cisterna de agua. En el lugar de los hechos se instaló una central de coordinación de salvamento. También desplegaron agentes de policía y personal del aeropuerto. A las 07.33 hora local (05.33 GMT) se dio finalmente por controlado el incendio y se procedió a su extinción individual.
La primera ministra en funciones, Ingrida Šimonytė, afirmó que el municipio de la capital donde se produjo el accidente recibirá toda la ayuda necesaria. «Lo más importante es que, a pesar de que el siniestro se produjo en una zona residencial, se evitaron víctimas entre las personas que vivían allí», afirmó Šimonytė en un comentario publicado el lunes. «Les pido que confíen en la capacidad de las instituciones para llevar a cabo la investigación con profesionalidad y en el tiempo óptimo. Sólo estas investigaciones responderán a las preguntas sobre las causas reales del incidente, las especulaciones y conjeturas no ayudarán realmente a establecer la verdad», subrayó, según LRT.