La matanza de palestinos ocurrida durante el reparto de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza empieza a revelarse como una incómoda realidad a ojos de Estados Unidos. Además al menos 16 personas murieron en las últimas horas de este miércoles en un ataque del Ejército israelí contra tiendas para desplazados en la localidad de Jan Yunis, en el sur del enclave palestino, según confirmó el Ministerio de Sanidad de Gaza.
Por su parte la Fundación Humanitaria de Gaza, organización respaldada por Washington, anunció que no distribuirá ayuda en esta jornada mientras presiona a Israel para que refuerce la seguridad de los civiles palestinos más allá del perímetro de sus centros de distribución. Esta decisión se produce un día después de que una treintena de palestinos murieran por disparos de las tropas de Benjamin Netanyahu mientras buscaban desesperadamente recibir la asistencia humanitaria.
La fundación dedicada a fines humanitarios solicitó al ejército israelí que «guíe el tráfico peatonal de forma que se minimicen los riesgos de confusión o escalada» cerca de los perímetros militares, desarrolle una guía más clara para los civiles y mejore la formación para apoyar la seguridad de la población. «Nuestra máxima prioridad sigue siendo garantizar la seguridad y la dignidad de los civiles que reciben ayuda», afirmó un portavoz.
Israel advierte a civiles y admite disparos
Por su parte, un portavoz militar israelí advirtió el miércoles a los civiles que no circularan por las zonas que conducen a los emplazamientos de la organización humanitaria, considerándolas «zonas de combate». Además, fuentes militares israelíes han admitido disparos en las inmediaciones de los puntos de distribución de comida al sentirse amenazados.
El ejército israelí dijo el martes que había abierto fuego contra un grupo de personas que consideraba una amenaza cerca de un lugar de distribución de ayuda alimentaria de la Fundación Humanitaria de Gaza. Según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), al menos 27 personas murieron y más de un centenar resultaron heridas en ese incidente, que la fundación aseguró se produjo «mucho más allá» de su emplazamiento.
Pandemonio en el reparto de ayuda
Los palestinos que recogieron cajas de alimentos de la fundación el martes describieron el reparto como un pandemonio, sin que nadie supervisara la entrega de suministros ni comprobara las identificaciones, mientras la multitud se agolpaba para conseguir la asistencia. Medios como la agencia oficial de noticias palestina, Wafa, o la cadena catarí Al Jazeera aseguraron que al menos 18 personas, incluidos menores, murieron en el bombardeo contra una escuela convertida en refugio para desplazados en Jan Yunis. Wafa también informó de un ataque contra el hospital Mártires de Al Aqsa en Deir al Balah, aunque sin dar información sobre víctimas.
Según fuentes médicas locales, más de 20 personas han perdido la vida en varios ataques israelíes contra Gaza desde esta pasada madrugada, incluido un menor identificado como Adeeb Ahmed Abu Taha, que murió en un bombardeo contra una vivienda en el centro de Jan Yunis. Las mismas fuentes indicaron que más de 70 personas murieron este pasado martes en los ataques israelíes contra el enclave palestino, incluidos al menos 27 gazatíes que fueron disparados mientras esperaban para recoger comida en el punto de distribución de la Fundación Humanitaria para Gaza en Rafah.
La matanza de palestinos durante el reparto de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza ha generado una incómoda realidad para Estados Unidos, cuyo respaldo a la Fundación Humanitaria de Gaza la coloca en una posición comprometida. Los ataques israelíes contra civiles desplazados y la suspensión temporal de la distribución de ayuda por parte de la fundación revelan la complejidad y la tensión del conflicto en la región. La situación en Gaza sigue siendo crítica, con un número creciente de víctimas civiles y una población que depende desesperadamente de la asistencia humanitaria. Tal y como describe el derecho internacional, Israel, como potencia ocupante, debe responsabilizarse de la realidad y tomar medidas para que escenarios como el descrito no se repitan.
Es incomprensible que el Pueblo que fue víctima del Holocausto sea el autor y responsable del genocidio de otro pueblo.Si existe el mal en estado puro sin duda anida ahora en el corazón de Netanyahu.