El mercado de criptomonedas se prepara para lo que podría ser un periodo turbulento en lo que resta del verano de 2025. El análisis histórico revela patrones preocupantes para los inversores que siguen de cerca la evolución del Bitcoin (BTC), la principal criptomoneda por capitalización de mercado. Los datos muestran que agosto y septiembre han sido tradicionalmente meses negativos para esta divisa digital, con caídas registradas en nueve de los últimos trece agostos y ocho de los últimos trece septiembres.
Actualmente, el Bitcoin se encuentra en una situación técnica comprometida, luchando por mantener su cotización por encima de los 115.000 dólares después de haber tocado mínimos recientes de 112.000 euros. La franja entre 110.000 y 115.000 dólares es considerada por los analistas como particularmente vulnerable, pudiendo desencadenar mayores presiones vendedoras si el precio no logra recuperarse con solidez en las próximas semanas.
Una de las principales causas detrás de esta situación ha sido la reciente ola de liquidaciones en posiciones largas que alcanzó los 922 mil millones de dólares, afectando especialmente al mercado de las altcoins. Este fenómeno pone de manifiesto el elevado apalancamiento que existe actualmente en el ecosistema de activos digitales, situación que preocupa a inversores institucionales en Estados Unidos, España y el resto de Europa.
Factores técnicos y presiones del mercado
El análisis técnico proporcionado por Compass Point establece un soporte crítico para Bitcoin en los 106.000 euros, nivel que de romperse podría precipitar caídas más pronunciadas. Además, se ha observado una reducción significativa en el volumen de operaciones relacionadas con empresas que tienen exposición directa a Bitcoin. El caso más notable es TreasuryCo, cuya menor actividad ha limitado su capacidad de influencia en el mercado durante las últimas semanas.
Por otro lado, MicroStrategy, una de las compañías más influyentes en la adopción corporativa de BTC, ha modificado su estrategia de financiación, recurriendo ahora a mecanismos ATM (at-the-market). Este cambio supone una presión compradora menos intensa que podría moderar el impulso alcista que venía caracterizando al mercado en los primeros meses de 2025. Los expertos en inversión cripto consultados señalan que este tipo de ajustes estratégicos suelen preceder a periodos de consolidación o corrección.
En cuanto a los volúmenes de negociación al contado, si bien permanecen relativamente elevados, han comenzado a normalizarse tras los máximos registrados a principios de año. En el mercado de derivados, tanto el interés abierto como las tasas de financiación han experimentado descensos, aunque continúan por encima de sus promedios históricos, lo que sugiere una reducción en el apetito especulativo pero no su desaparición completa.
Un fenómeno interesante que está afectando la dinámica del mercado es el crecimiento del 24 % experimentado recientemente por USDe, la stablecoin de Ethena. Este incremento podría estar desplazando parte del uso de USDC en aplicaciones de finanzas descentralizadas (DeFi), alterando los equilibrios de liquidez dentro de protocolos fundamentales para el funcionamiento del ecosistema cripto.
El comportamiento de los inversores institucionales también refleja un cambio de sentimiento. Por primera vez tras 16 semanas consecutivas de entradas, se han registrado salidas por valor de 223 millones de euros. Los ETF de Bitcoin han sido los productos de inversión más afectados con salidas netas de 643 millones de euros, mientras que los ETF basados en Ethereum han captado unos 154 millones de euros, evidenciando un reequilibrio en las estrategias de asignación de activos.
Sin embargo, no todo son malas noticias para los holders de Bitcoin. La oferta disponible en manos de inversores a largo plazo sigue siendo limitada, lo que podría actuar como un amortiguador frente a retrocesos más profundos en el precio. Según datos recopilados por analistas del mercado español, aproximadamente el 65 % del suministro total de BTC no se ha movido en el último año, lo que indica una fuerte convicción por parte de los inversores de base.
A pesar del entorno técnico desafiante, el marco regulatorio en Estados Unidos comienza a mostrar señales más favorables para la industria cripto. La Comisión de Valores y Bolsa (SEC) ha dado pasos significativos en favor de la adopción de activos digitales, incluyendo el respaldo a la tokenización de activos tradicionales y la facilitación de nuevos ETF temáticos. Estas medidas podrían inyectar mayor liquidez al ecosistema y abrir nuevas oportunidades para el segundo semestre de 2025.
En España, la adaptación a la regulación MiCA (Markets in Crypto-Assets) está propiciando un entorno más seguro para inversores minoristas e institucionales, lo que podría favorecer la entrada de capital doméstico en estos activos a medida que se disipa la incertidumbre regulatoria. Fuentes del sector financiero español consideran que esta claridad normativa será determinante para la evolución del mercado en los próximos trimestres.
En todo caso los analistas técnicos recomiendan cautela para las próximas ocho semanas, señalando que la volatilidad podría incrementarse significativamente durante este periodo históricamente bajista. Sin embargo, también destacan que cada ciclo tiene sus particularidades y que factores como la reciente aprobación de ETF y la creciente adopción institucional podrían contrarrestar la tendencia estacional negativa.