El ecosistema de criptomonedas ha experimentado una sacudida significativa al inicio de esta semana, cuando el Bitcoin cayó por debajo de los 112.000 dólares tras un fin de semana caracterizado por una extrema volatilidad. Este descenso ha puesto fin a lo que parecía ser un repunte prometedor, dejando a numerosos inversores con posiciones comprometidas y generando preocupación en el mercado global de activos digitales.
Las cifras son contundentes: en tan solo 24 horas se han registrado liquidaciones por valor de más de 850 millones de dólares (aproximadamente 780 millones de euros), con posiciones largas representando casi 686 millones de dólares del total. Un solo gran inversor habría vendido más de 24.000 BTC, según fuentes del sector, precipitando una reacción en cadena que ha acelerado la tendencia bajista en los mercados.
La situación se ha visto agravada por la actividad en los fondos cotizados (ETF) de Bitcoin. El pasado viernes 22 de agosto, estos instrumentos financieros registraron salidas de capital por 23,2 millones de dólares, elevando el total de retiradas a más de 1.190 millones desde mediados de agosto del año en curso. Este comportamiento refleja un cambio significativo en la percepción del riesgo entre los inversores institucionales.
Contexto macroeconómico y su impacto
El panorama macroeconómico global está jugando un papel crucial en esta dinámica. Las recientes declaraciones de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal estadounidense, habían insinuado posibles reducciones en los tipos de interés, lo que inicialmente provocó un repunte en los activos de riesgo. Sin embargo, los próximos datos económicos de Estados Unidos podrían recalibrar estas expectativas de forma significativa.
En España, los inversores en criptomonedas están siguiendo de cerca estos acontecimientos, ya que el país ha visto un incremento considerable en la adopción de activos digitales durante los últimos años. Según datos del Banco de España publicados en abril de 2025, aproximadamente un 14 % de los españoles posee algún tipo de criptoactivo, cifra que representa un aumento del 5 % respecto a 2023.
Cualquier sorpresa al alza en el crecimiento económico estadounidense, combinada con una inflación persistente, podría moderar las expectativas sobre una Reserva Federal acomodaticia. Esto beneficiaría a los bonos del Tesoro americano en detrimento de activos de mayor riesgo como el Bitcoin y otras criptomonedas, afectando a inversores españoles tanto minoristas como institucionales. A pesar del sentimiento negativo predominante, algunas empresas continúan apostando por el Bitcoin como parte de sus estrategias de tesorería.
La compañía de Michael Saylor reveló la semana pasada la adquisición de 3.081 BTC, mientras que la firma japonesa Metaplanet ha añadido 103 BTC a sus reservas corporativas, señalando que la demanda institucional se mantiene relativamente estable a pesar de la volatilidad. Esta tendencia podría actuar como contrapeso a las presiones vendedoras actuales, limitando potencialmente las pérdidas del Bitcoin a medio plazo.
Los analistas de mercado en España señalan que las empresas españolas están observando con interés estas estrategias corporativas internacionales, aunque la adopción entre compañías del IBEX 35 sigue siendo marginal comparada con sus homólogas estadounidenses. Las presentaciones formales ante reguladores continúan demostrando la persistencia de numerosas empresas en establecer estrategias de tesorería que incluyen criptoactivos. En 2025, ya son más de 25 las compañías cotizadas globalmente que han incorporado Bitcoin a sus balances, frente a apenas 12 que lo hacían a finales de 2023.
Los expertos del sector en España anticipan que la volatilidad continuará siendo la norma en los próximos meses. Rafael Gómez, analista de criptoactivos en una destacada firma de inversión española, señala que «estamos presenciando una corrección natural tras la fuerte apreciación experimentada durante el primer semestre de 2025. Los inversores deben prepararse para fluctuaciones significativas mientras el mercado busca nuevos niveles de equilibrio».
Los datos técnicos sugieren que el Bitcoin podría encontrar soporte en torno a los 100.000 dólares, un nivel psicológicamente importante que coincide con varias medias móviles relevantes. Sin embargo, si este soporte no se mantiene, podríamos ver descensos adicionales hacia los 90.000 dólares antes de que aparezca una demanda más sustancial. En el contexto regulatorio, España sigue adaptándose al marco MiCA (Markets in Crypto-Assets) implementado completamente este año en la Unión Europea (UE), lo que proporciona mayor seguridad jurídica tanto a inversores como a empresas del sector. Esta claridad normativa podría favorecer la recuperación del mercado una vez superada la actual fase correctiva, especialmente entre inversores institucionales que valoran positivamente entornos regulados.