La situación económica en Estados Unidos ha encendido todas las alarmas tras conocerse los últimos datos del mercado laboral correspondientes a agosto de 2025. Las cifras revelan una creación de apenas 22.000 nuevos puestos de trabajo, una cantidad alarmantemente inferior a lo esperado por los analistas y muy lejos de los niveles considerados saludables para mantener el dinamismo económico.
Este desempeño decepcionante ha provocado una reacción inmediata en los mercados internacionales, donde el dólar estadounidense ha experimentado una significativa depreciación frente a otras divisas. Los inversores españoles y europeos observan con preocupación este escenario, ya que la debilidad del motor laboral norteamericano podría desencadenar repercusiones globales, incluyendo efectos en la economía española que mantiene importantes lazos comerciales con EE.UU.
Aunque los datos de julio fueron revisados al alza hasta los 79.000 empleos, el promedio de los últimos tres meses se sitúa en torno a 29.000, muy por debajo de los 160.000-190.000 que históricamente se consideran normales para una economía saludable. Los expertos coinciden en que la economía estadounidense está funcionando a media máquina, lo que aumenta considerablemente la presión sobre la Reserva Federal para tomar medidas correctivas inmediatas.
Presión creciente sobre la Reserva Federal
El mensaje que envían estos datos es inequívoco: la economía pierde fuerza por el lado del empleo, lo que coloca a la Reserva Federal en una posición comprometida. Los mercados ya descuentan como un hecho prácticamente confirmado un recorte de tipos en septiembre y proyectan hasta 73 puntos básicos de recortes acumulados hacia finales de 2025. Algunos inversores incluso apuestan por un ajuste más agresivo de 50 puntos básicos en la próxima reunión, aunque lo más probable es que se opte por un enfoque más cauteloso de 25 puntos.
La Fed se encuentra actualmente atrapada entre dos fuegos: un mercado laboral que muestra claros signos de enfriamiento y una inflación que, pese a los esfuerzos realizados, aún no cede lo suficiente para alcanzar el objetivo del 2%. Los últimos registros inflacionarios incluso señalan un leve repunte en los precios, lo que complica enormemente la toma de decisiones para las autoridades monetarias estadounidenses.
En España, los analistas económicos siguen de cerca estos acontecimientos, ya que un cambio en la política monetaria estadounidense podría influir en las decisiones del Banco Central Europeo (BCE) y, por ende, en las condiciones financieras del país. Las empresas españolas con exposición al mercado norteamericano, que según datos del ICEX superan las 2.500, podrían verse afectadas por esta situación de incertidumbre.
El dilema
La convergencia de la inflación hacia la meta del 2 % establecida por la Fed ha sido considerablemente más lenta de lo que se había previsto inicialmente. Los datos recientes apuntan incluso a un ligero repunte en los precios, lo que limita el margen de maniobra de la Reserva Federal a la hora de implementar recortes agresivos en los tipos de interés para estimular la economía.
Por este motivo, la atención de los mercados financieros internacionales, incluidos los inversores españoles, está centrada en la publicación del dato de inflación programada para estos días. Este indicador será fundamental para calibrar el rumbo que tomará la política monetaria estadounidense en los próximos meses, con importantes repercusiones para Europa y el conjunto de la economía global.
En síntesis, los datos laborales confirman que la Fed tendrá que actuar, pero la magnitud del ajuste dependerá en gran medida de si la inflación coopera o continúa mostrándose resistente. Hasta que se aclare este panorama, la narrativa dominante en los mercados es clara: empleo débil, inflación persistente y una Reserva Federal obligada a caminar sobre una delgadísima línea entre estimular el crecimiento y contener los precios.
La reacción del mercado ante estos datos ha sido, paradójicamente, favorable para los activos de riesgo. Las monedas latinoamericanas han mostrado apreciaciones relevantes, donde incluso el peso colombiano se ha fortalecido cerca de un 0,7 %, a pesar de que los precios del petróleo muestran retrocesos cercanos al 2 %. Este comportamiento refleja que los mercados están valorando más el potencial recorte de tipos en EE.UU. que los fundamentos económicos subyacentes. Por su parte, otras divisas latinoamericanas como el peso chileno, el peso mexicano y el real brasileño también han experimentado apreciaciones significativas.
Aunque la debilidad en el mercado laboral estadounidense es evidente, los analistas consideran que las probabilidades de una recesión en Estados Unidos son relativamente bajas. Esta percepción, combinada con las expectativas de mejores condiciones de liquidez debido a los potenciales recortes de tipos, ha impulsado al índice S&P 500 a alcanzar nuevos máximos históricos superando los 6.000 puntos por primera vez en su historia.
Para España, cuyo IBEX 35 suele mostrar correlación con los mercados estadounidenses, esta situación podría traducirse en un impulso positivo a corto plazo. Sin embargo, los expertos económicos del país advierten sobre la necesidad de estar atentos a los próximos indicadores, ya que la debilidad del mercado laboral estadounidense podría eventualmente afectar a las exportaciones españolas, que en 2024 alcanzaron los 23.500 millones de euros hacia EE.UU.
I el Trumpo$o, i la seva tribu de capitali$to$ abu$on$, ficant els nassos a altres països de l'estranger. Tronaaaaaaaats .