El panorama tecnológico ha experimentado en las últimas horas un destacado impulso de parte de un protagonista inesperado escalando posiciones a ritmo vertiginoso. Las acciones de Oracle registraron un repunte histórico en Wall Street al subir hasta un 43 %, colocando a la compañía en la antesala del exclusivo club del billón de dólares. Este fenómeno ha sacudido los cimientos del mercado bursátil y redibuja el mapa de poder en el sector tecnológico mundial, con repercusiones que alcanzan también nuestro contexto más próximo.
El espectacular ascenso bursátil ha sido impulsado por una serie de contratos multimillonarios relacionados con infraestructura en la nube para aplicaciones de inteligencia artificial (IA). Entre estos acuerdos, destaca el firmado con OpenAI, valorado en 300.000 millones de euros en capacidad informática, considerado uno de los más grandes en la historia de la computación en nube.
El impacto de este crecimiento no solo ha transformado la capitalización de la empresa, sino que ha catapultado la fortuna personal de su cofundador, Larry Ellison, quien ha visto incrementado su patrimonio en cerca de 100.000 millones de euros. Este aumento coloca al magnate cada vez más cerca de Elon Musk en la clasificación de las personas más ricas del planeta, consolidando su influencia en el ecosistema tecnológico global.
Alianzas estratégicas y expansión en el mercado de la nube
La estrategia de Oracle no se ha limitado a un único acuerdo. De hecho la compañía ha tejido una compleja red de alianzas con gigantes como Amazon, Alphabet (matriz de Google) y Microsoft durante los últimos dos años. Gracias a estas colaboraciones estratégicas, la empresa ha multiplicado sus ingresos por 16 en el último trimestre fiscal, cifras que han superado todas las expectativas de los analistas financieros en España y el resto de Europa.
El profesor de Economía Digital de la Universidad Complutense de Madrid, Javier Martínez, explica a este medio que «lo que estamos presenciando es un cambio de paradigma en el sector. Oracle ha sabido posicionarse como pieza fundamental en la infraestructura que sostiene el desarrollo de la IA generativa, aprovechando un nicho que los gigantes tradicionales no habían cubierto completamente».
Otro factor determinante en su consolidación ha sido su participación en el proyecto Stargate, una iniciativa con inversiones estimadas en 500.000 millones de euros. A esto se suma su papel como proveedor de servicios cloud para xAI, la startup de inteligencia artificial fundada por Elon Musk en 2023, ampliando considerablemente su huella en el ecosistema tecnológico internacional.
Rendimiento bursátil excepcional
El rendimiento bursátil de Oracle ha pulverizado todas las previsiones en lo que va de 2025. Sus acciones acumulan un incremento del 45 %, superando no solo al índice S&P 500, sino también al selecto grupo de las «Siete Magníficas», compuesto por los gigantes tecnológicos que tradicionalmente lideran las ganancias en Wall Street.
Este efecto dominó ha beneficiado indirectamente a otros sectores relacionados, especialmente a los fabricantes de semiconductores. Empresas españolas como Ficosa, con sede en Barcelona, han visto un aumento significativo en sus pedidos de componentes electrónicos destinados a infraestructuras de procesamiento de datos, según confirmaron fuentes de la compañía.
El Banco de España ha señalado en su último informe trimestral que el auge de la IA podría generar un incremento del 2,3 % en el PIB nacional durante los próximos cinco años, impulsado principalmente por la demanda de servicios tecnológicos avanzados y la adaptación de las empresas españolas a estos nuevos paradigmas computacionales.
La meteórica ascensión de Oracle refleja cómo la inteligencia artificial está reconfigurando las jerarquías en el mundo tecnológico y financiero a nivel global. En este contexto las implicaciones para el mercado español también son significativas. Analistas de Santander Corporate & Investment Banking prevén que «el mercado de servicios cloud para IA en España crecerá a un ritmo anual del 28 % hasta 2028, creando oportunidades de inversión y desarrollo tecnológico sin precedentes». Una vez más demuestra cómo la carrera por dominar la infraestructura de la inteligencia artificial está redefiniendo el valor de las compañías tecnológicas y estableciendo nuevas reglas en un mercado que no deja de evolucionar a ritmo vertiginoso.