Una de las escenas que más se ha repetido en las últimas horas ha sido la del lanzamiento al mar de los dispositivos por parte de los activistas de la Global Sumud Flotilla. Entre ellos se encuentra Ada Colau quien, antes de su detención, difundió un vídeo en redes sociales. En él, la exalcaldesa de Barcelona afirmaba: «Hola, soy Ada Colau de Barcelona. Te hablo desde el Sirius, barco de la flotilla. Si estás viendo este vídeo es porque Israel nos ha detenido ilegalmente. Eso quiere decir que no tenemos acceso a teléfono ni a internet. Que estamos incomunicados y no sabemos durante cuánto tiempo». Este acto busca evitar la incautación y posible manipulación de los terminales por parte de las autoridades israelíes.
Colau, en su mensaje, instaba a la sociedad a «hacer el máximo ruido posible» y a «presionar a los gobiernos» para lograr una «liberación inmediata» y la apertura de un «corredor humanitario en Gaza». El periodista Carlos de Barrón, de El País, ha corroborado el propósito de esta medida, señalando que el objetivo principal es «evitar que sean incautados y manipulados» por las fuerzas israelíes, una práctica que los activistas consideran crucial para proteger su información. En paralelo a estos acontecimientos, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido la actuación del Ejecutivo español desde Copenhague.
Sánchez, desde la cumbre de la Comunidad Política Europea, ha asegurado que el Gobierno ha estado «desde el primer minuto» con la Global Sumud Flotilla Con ello ha destacado el «permanente contacto» mantenido y el envío del buque de salvamento marítimo 'Furor' para una posible asistencia o rescate. El líder del Ejecutivo también ha aprovechado para «reconocer y aplaudir la solidaridad» demostrada tanto por la sociedad española como por la de los más de cuarenta países con ciudadanos en la flotilla. Sánchez ha reiterado que la misión de la flotilla «no representa ningún peligro para el Gobierno israelí» y, por ende, «esperemos que no represente ninguna amenaza tampoco para la flotilla, la acción del Gobierno israelí».
Asimismo, ha confirmado que se ha comunicado al Gobierno de Benjamin Netanyahu la «necesidad de proteger los derechos» no solo de los compatriotas españoles, sino de todos los integrantes de la expedición. En este contexto, Sánchez ha enfatizado que «desde España vamos a garantizar la protección diplomática» y, «sin duda alguna, la protección de los derechos que puedan ser menoscabados por la acción del Gobierno israelí». El presidente, no obstante, ha optado por no pronunciarse sobre la legalidad de la interceptación en aguas internacionales, posponiendo cualquier valoración al respecto. «Ahora lo que más nos importa es la seguridad de nuestros compatriotas y posteriormente, evidentemente, podremos tener ocasión de hablar de estas valoraciones», ha afirmado, subrayando que el Gobierno «estudiará todos los aspectos de esta cuestión» una vez garantizada la seguridad.
La interceptación por parte del Ejército israelí de una parte de los más de cuarenta barcos que componen la Global Sumud Flotilla se produjo a última hora del jueves. Los tripulantes fueron trasladados a un puerto israelí. Aunque la organización ha cifrado en treinta los españoles a bordo, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha señalado que el Gobierno carece aún de una cifra precisa sobre cuántos de los sesenta y cinco españoles que participaban en la misión están actualmente «retenidos» por Israel. La prioridad, según el Gobierno, es que «puedan regresar pronto a casa».
Solo pueden apoyar a un grupo TERRORISTA como HAMÁ, los de su misma condición.