El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha anunciado la realización de una serie de ejercicios de organización destinados a afinar los mecanismos de defensa territorial del país. Estas maniobras, programadas para este mismo sábado, se enmarcan en un contexto de creciente tensión geopolítica con Estados Unidos, cuya presencia militar en el Caribe ha sido calificada por Caracas como una «amenaza» directa que busca propiciar un «cambio de régimen». La iniciativa subraya la determinación del gobierno venezolano de fortalecer su capacidad de respuesta ante posibles injerencias externas, consolidando su estrategia de seguridad nacional y soberanía.
Durante una alocución transmitida por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), el mandatario chavista detalló que la jornada del sábado 4 de octubre tendrá un «carácter organizativo especial». El objetivo principal de estos ejercicios es optimizar el «mando, conducción y comunicación de toda la estructura profesional» de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y de la Milicia Bolivariana. Maduro enfatizó que no se trataría de un despliegue de armamento o de grandes movimientos de tropas, sino de una evaluación y ajuste de la coordinación interna, buscando una mayor eficiencia en la articulación de las fuerzas de defensa del país caribeño y su preparación.
El líder venezolano fue categórico al afirmar que el propósito es «dejar afinadito aún más todos los mecanismos de defensa territorial» y de «defensa nacional de nuestra patria». Con estas palabras, Maduro quiso dejar claro que «Venezuela se respeta» y que el país está comprometido con la construcción de un «poder popular militar», al que describió como un «inmenso movimiento popular militar». En este sentido, los ejercicios incluirán la participación activa de las 5.336 Unidades Comunales Milicianas (UCM), que fueron instaladas a finales de octubre o principios de noviembre de 2024, así como las 15.751 Bases Populares de Defensa Integral (BPDI), elementos clave en la estrategia de defensa integral de la nación.
Contexto de la escalada de tensión regional
La decisión de Caracas de intensificar sus preparativos defensivos no es un hecho aislado. Se produce en un momento de elevada fricción diplomática y militar entre Venezuela y Estados Unidos. Desde hace varios años, Washington ha mantenido una postura crítica hacia el gobierno de Maduro, imponiendo sanciones económicas y apoyando a la oposición. La administración estadounidense ha justificado su presencia naval en el Caribe, que incluye operaciones antidrogas, como una medida para combatir el crimen organizado transnacional. Decenas de personas han muerto en estos ataques sin previo aviso a las autoridades venezolanas. Sin embargo, Venezuela interpreta estas acciones como una velada amenaza y una estrategia de presión para desestabilizar el país caribeño y forzar un cambio en su liderazgo político, lo que ha generado una constante retórica de confrontación.
La presencia de buques de guerra y aeronaves de vigilancia estadounidenses en aguas cercanas a Venezuela ha sido una fuente recurrente de denuncias por parte del gobierno bolivariano. Caracas ha reiterado en múltiples ocasiones que estas operaciones constituyen una violación de su soberanía y una provocación. Esta percepción de amenaza externa ha sido un pilar fundamental en la doctrina de defensa venezolana, que busca movilizar a la población civil en apoyo de las fuerzas armadas. La retórica oficial insiste en la necesidad de una preparación constante ante cualquier agresión, real o percibida, proveniente de potencias extranjeras, especialmente de Estados Unidos.
La Milicia Bolivariana y su papel en la defensa
La Milicia Bolivariana, creada en 2009 por el entonces presidente Hugo Chávez, es una fuerza complementaria de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). Su objetivo principal es organizar y entrenar a la población civil para la defensa integral de la nación. Está compuesta por ciudadanos voluntarios que, sin ser militares de carrera, reciben instrucción para apoyar a la FANB en tareas de seguridad, defensa territorial y desarrollo nacional. Su estructura se basa en la participación popular y la defensa de la revolución bolivariana, siendo un pilar ideológico y práctico del gobierno.
En los últimos años, la Milicia ha experimentado un crecimiento significativo en número y capacidad organizativa. El gobierno de Maduro ha impulsado su expansión, considerándola una pieza clave para la defensa popular y la resistencia ante cualquier intento de intervención. Los ejercicios anunciados por Maduro buscan precisamente fortalecer la integración de esta fuerza con la FANB, asegurando que la cadena de mando y comunicación funcione de manera fluida en caso de necesidad. La Milicia representa la materialización del concepto de «unión cívico-militar», fundamental en la estrategia defensiva venezolana.
Unidades Comunales Milicianas y Bases Populares de Defensa Integral: ¿Qué son?
Las Unidades Comunales Milicianas (UCM) y las Bases Populares de Defensa Integral (BPDI) son estructuras organizativas de base que forman parte de la Milicia Bolivariana y, por extensión, del sistema de defensa integral de Venezuela. Las 5.336 UCM instaladas representan la organización de milicianos a nivel de las comunidades, es decir, en barrios y pueblos. Su función es la de garantizar la defensa local y la seguridad ciudadana, así como la preparación para la resistencia en caso de conflicto. Estas unidades son el brazo más cercano a la población civil, facilitando la movilización y el entrenamiento de los ciudadanos.
Por su parte, las 15.751 Bases Populares de Defensa Integral (BPDI) son estructuras más amplias que agrupan a varias UCM y coordinan la defensa en un territorio específico. Son el eje de la planificación y ejecución de la defensa a nivel local y regional, integrando aspectos militares, económicos, sociales y políticos. Ambas estructuras son fundamentales para el concepto de «guerra de todo el pueblo», una doctrina que busca involucrar a la totalidad de la sociedad en la defensa del país. La inclusión de estas unidades en los ejercicios de diciembre de 2024 demuestra la importancia estratégica que el gobierno les otorga en su esquema de seguridad nacional.