Esta nueva generación ofrece muchas novedades, la más visible es la línea tanto exterior como interior que representa un importante salto cualitativo frente al modelo lanzado en 2010 y actualizado en 2013. La quinta generación de este modelo ofrece un diseño más estilizado y deportivo y refuerza su característica practicidad sin perder el aspecto de SUV robusto. Además, incorpora por primera vez la parrilla hexagonal y tecnología led en las luces de cruce, posición y frenado.
El nuevo interior es mucho más acogedor y se percibe un notable aumento de la calidad de los materiales empleados, el nivel de equipamiento y la habitabilidad. El panel de instrumentos incorpora un doble óvalo con los indicadores de velocidad y revoluciones y una pantalla de cristal líquido con la información del ordenador de abordo entre ambos. El sistema de navegación y entretenimiento preside la parte central del cuadro de mandos con una generosa pantalla táctil multifunción que incorpora el sistema Starlink y las últimas novedades en conectividad para dispositivos móviles. Un nuevo volante multifunción controla cómodamente el sistema de audio, teléfono y control de crucero y liberándolo del panel central de botones que desvíen la atención de la carretera.
Las mejoras del nuevo SUV 4x4 de Subaru no sólo se concentran en el diseño, sino también especialmente en un chasis totalmente nuevo que aumenta en gran medida su rigidez y en una significativa mejora del nivel de confort de marcha. El sistema VDC de control de estabilidad y tracción añade por primera vez la función ‘Active Torque Vectoring' para aumentar la agilidad y mejorar el paso por curva frenando la rueda interior en caso necesario y repartiendo par de manera inteligente a las 4 ruedas.
Las motorizaciones tanto turbodiésel 2.0 como gasolina 2.5 atmosférico son de 4 cilindros, configuración bóxer y carrera corta y han sido revisadas a fondo para cumplir con la estricta normativa Euro VI. El diésel emplea la cuarta generación del sistema de inyección common rail con nuevos inyectores, un turbo mejorado, pistones rediseñados y nuevas poleas y correas de distribución y auxiliar. En relación al gasolina, las mejoras se concentran en la admisión variable, en el sistema de escape y en la reducción de las vibraciones y de la fricción interna de los pistones. En cuanto a las cifras máximas de potencia y par se mantienen inalteradas en el motor diésel y aumentan en el gasolina desde los 173 hasta los 175 CV.
Respecto a las cajas de cambio, el nuevo Outback seguirá ofreciendo dos opciones para ambas motorizaciones: una manual de 6 marchas y otra automática Lineartronic con levas en el volante y 7 relaciones prefijadas. Esta última incorpora mejoras en numerosos elementos mecánicos internos para ofrecer una respuesta al acelerador más suave e inmediata, así como una importante reducción del resbalamiento mecánico incorporando en las versiones de gasolina, por primera vez, un sistema de arranque y parada automático. Su precio, a partir de 30.000 € no está nada mal.
Mencionar que Subaru lleva desde finales de los 80 investigando en el campo de la seguridad preventiva y tras desechar los sistemas basados en láser y radar, incluye desde 2008 la primera versión del Eyesight, la cual ha ido perfeccionando con el objetivo de complementar el excepcional nivel de seguridad activa y pasiva de la gama.