Francisco Gayá es el propietario de uno de los pocos Biscuter que circulan aún por la Isla. Nos comenta que no está seguro si hay otro en circulación en Mallorca.
Francisco consiguió éste hace 40 años en Sencelles y recuerda que lo compró totalmente destrozado, tanto que lo trasladó con una pala hasta un garaje para luego proceder a su restauración. Un proceso que tuvo que ser completo y lo logró gracias a la ayuda de su amigo Gerónimo Samper, mecánico de profesión, que le ayudó con la restauración, no sin dificultad por culpa del mal estado de las piezas y de otras que era necesario conseguir.
Francisco no se considera un gran coleccionista, en realidad explica que tuvo un Mercedes y después este Biscuter. De hecho, Gayá tiene 80 años y ya no conduce, así que conserva este Biscuter y lo utiliza solamente para llevarlo a ferias de exhibición. No tiene intención de desprenderse de él, aunque asegura que ahora se ha convertido en un pozo sin fondo, ya que cualquier reparación por muy pequeña que sea cuesta un mundo, pues no es fácil encontrar las piezas de repuesto, ya que no son muchos los biscuters que quedan en el territorio español.
Curioso que este Sr. diga que no sabe si hay mas biscuters en Mallorca, porque su coche estuvo en una concentración en Palma en Marzo y en ella había al menos otro biscuter. Por cierto, que no es cierto que el "Regimen" quisiera quitarle competencia al Seat 600. El Biscuter no era ninguna competencia para el 600, y se usaron planchas de acero porque el aluminio era demasiado caro. El Biscuter de aluminio era mas caro que el 600 y sustituyeron el aluminio por acero para conseguir bajar costes, pero no fue suficiente ya que nunca consiguieron un precio inferior al del 600. Y el 600 era un coche auténtico, con carrocería cerrada y capacidad para 4 personas. No había color.