Una construcción sólida, un diseño de líneas clásicas y motores potentes de hasta 110 kW (150 CV) eran las características del Mercedes-Benz 250, que llegó al mercado en 1968 en el marco de la clase media superior de la marca alemana.
Hasta la introducción en 1973 de los Mercedes-Benz 280, con motores más potentes, el modelo 250, con su motor V6, representaba la gama superior de la serie de clase media de los suabos, que más tarde pasaría a denominarse Clase E.
Gracias a su extraordinaria calidad, los automóviles de la serie W114 se encuentran hoy en día entre los clásicos de la marca.
Este modelo en concreto es de 1968 y su propietario es Gabriel Nicolau. El coche ha pasado por diferentes manos, pero siempre dentro de la familia. En su momento lo compró su padre, que acabó vendiéndoselo a un amigo; posteriormente Gabriel se enteró que estaba de nuevo en venta y por puro sentimentalismo decidió hacerse con el que vehículo que un día fue de su padre. Eso fue en 2013. El coche estaba en perfectas condiciones por lo que no hubo que hacerle ningún tipo de restauración y sigue funcionando como el primer día.