Miguel Vidal compró este icónico Seiscientos D para su mujer con motivo de la celebración de sus 25 años de casados. María de Lluc, la esposa de Miguel, le dijo que le hacía ilusión tener un coche como el Seiscientos, al cual le podría sacar mucha utilidad, especialmente porque viven en una urbanización donde hay que desplazarse casi a todas partes en vehículo. Por ello, Miguel contactó con un vendedor de Andratx para buscar el coche adecuado y lo adquirió en 1997.
Después de un gran trabajo de mecánica –se desmontó el coche por completo– para dejarlo en perfecto estado, hay que decir que hasta la fecha no ha vuelto a dar ningún tipo de problema mecánico. María lo utiliza como un utilitario para ir de un lado a otro por la urbanización, tanto para hacer las compras necesarias para la casa como para ir a visitar a las vecinas y pasar un rato de diversión. Es un coche ideal para circular en distancias cortas y no crea problemas a los otros coches modernos que alcanzan velocidades de vertigo. A María, al igual que a Miguel, le gusta la restauración de coches y ambos forman un equipo.