Ramón Sevilla no se considera un coleccionista de coches, pero le gustan los 600. En la actualidad tiene dos, uno que lo adquirió a un vecino de Campos y este Seat 600 E, que se lo compró su hijo José en Madrid en 2005 y que pertenecía al presidente del Club de Amigos del 600 de Leganés. Nos cuenta que Jesús Rodríguez, presidente del Club Amigos del 600 de Leganés, le contó que se trata de uno de los últimos coches fabricados por la marca.
El vehículo se quedó, junto con otro, en el aparcamiento del puerto de Barcelona al no caber en la bodega de carga de un barco cargado de coches destinados a la exportación. El coche llegó a la Isla desde Madrid a cargo de José, el hijo de Ramón, tras una larga travesía, ya que nos comenta que se detuvo para adquirir en una tienda especializada algunas piezas que necesitaba para dejarlo en condiciones para realizar el viaje de 335 kilómetros hasta Valencia para luego embarcar hacia Palma. José pasó toda una aventura hasta llegar a Valencia, ya que en varias ocasiones tuvo que parar a ponerle agua al radiador debido a que el coche se calentaba.