Anna García es la propietaria de este precioso BMW 325i descapotable de 1978 con carrocería de la serie E30. Entre sus aficiones no incluye la de coleccionar coches, como su marido y su hijo, que son amantes de los clásicos, pero siempre ha tenido gran devoción por los automóviles grandes, estilo Cadillac.
Nos cuenta que hace 17 años cuando ella volvía de un viaje su marido la llevó a comer a un restaurante. A la salida ambos se dirigieron al aparcamiento y él la sorprendió con este BMW azul metalizado. La propietaria nos explica que aunque nunca se había imaginado tener uno de este estilo, no se arrepiente en absoluto.
Padre e hijo tenían claro que le querían regalar un descapotable, aunque no habían decidido la marca y el modelo. Estuvieron mirando en diferentes lugares, hasta que al final lo encontraron en una tienda de compraventa de Mallorca. El vehículo fue importado de Suiza y se matriculó en Mallorca en 2001, año de la compra.
Anna nos confiesa que no es un coche para utilizar durante los meses de verano porque hace mucho calor. Lo considera más un vehículo de paseo, no para el día a día, aunque durante muchos años ha sido su compañero de trabajo. El automóvil es todo original, nunca ha sido restaurado, ni lo han tenido que llevar al mecánico.
Las primeras palabras que se le pasan por la cabeza al pensar en su pequeña joya son: vistoso, protagonista y con mucha personalidad. Dice que allá donde va la gente lo mira e incluso a veces hay personas que la esperan junto al vehículo.
El BMW 325i destaca por ser un coche de tres puertas, cómodo y fácil de conducir, con una avanzada tecnología propia de la marca germana. Monta un motor de 6 cilindros en línea y 2,5 litros, que desarrollan una potencia de 170 CV y que puede alcanzar fácilmente 160 kilómetros/hora.
Este modelo es fiel a la línea de la marca con su tracción trasera y dispone de un elevado nivel de accesorios para aquella época. Aire acondicionado, antena automática, radiocasete Eurovox, dirección asistida y pintura metalizada son algunos de ellos.