Miquel Martorell no es un coleccionista al uso. Tiene un par de coches por diferentes motivos: un Plymouth heredado de su padre, que le pareció buena idea quedarse por el perfecto estado de conservación en el que se encontraba.
También tiene un Ford Fiesta de los primeros modelos ‘L' que llegaron a la Isla. Lo ha restaurado y asegura que lo pasa realmente bien con su conducción, ya que es un vehículo diferente a los de hoy el día, pero que realiza la misma función si exceptuamos la velocidad y algunos extras que pueden tener los coches más modernos. Por último, un Triumph TR4 IRS de 1964 que adquirió hace unos 25 años medio engañado, ya que le aseguraron que el vehículo estaba en perfectas condiciones y el resultado fue que a los pocos días se dio cuenta que el motor estaba realmente mal, por lo que no tuvo más remedio que acometer su restauración. Cuenta que se encuentra realmente satisfecho de cómo ha quedado la restauración y muy contento ya que es un coche deportivo de una gran línea que puede hacer las delicias de cualquier conductor. Miquel asegura que lo utiliza con bastante frecuencia; en verano, por ejemplo, casi a diario ya que es un placer conducir con la capota bajada.
MECÁNICA SENCILLA
En cuanto a las características del coche, el Triumph TR4A es un coche deportivo construido por la Triumph Motor Company en su fábrica de Coventry en el Reino Unido entre 1965 y 1967.]
El TR4A fue una evolución de la TR4 Giovanni Michelotti estilo. Visualmente atractivo, el automóvil fue favorablemente recibido por su rendimiento general y muchos servicios, pero criticado por su duro paseo debido a su sistema de suspensiones. El sistema de accionamiento Hotchkiss del TR4 fue sustituido por una suspensión trasera independiente, indicada por una insignia ‘IRS', unida a la parte trasera del TR4A. La nueva suspensión trasera fue un sistema de brazo semi-trailing con muelles helicoidales y amortiguadores de palanca. Este sistema se parecía más al del Triumph 2000 ya que eran los sistemas de eje oscilante utilizados en el Herald o Spitfire. El chasis fue rediseñado para dar cabida a la nueva suspensión en la parte trasera, con cambios extensos a los miembros laterales y cruzado.
El rediseño tuvo el efecto deseado, con los comentaristas comentando sobre el confort de conducción mejorado, aunque algunos sintieron que el manejo del coche no había mejorado. En cuanto a los motores aunque se consideró tanto un motor de cuatro cilindros como de seis, al final el TR4A utilizó el mismo motor de manga húmeda de cuatro cilindros estándar de largo recorrido y alto par con una potencia de 2.000 centímetros cúbicos.