Armand Abadía y su hijo Edgar son dos amantes de los clásicos que poco a poco y sin prisas se han ido rodeando de una pequeña pero interesante colección de vehículos. En esta ocasión, Armand, el padre, nos presenta un pequeño coche ideal para el verano y del que ya no quedan muchas unidades. Nos referimos al Austin Rover Moke. El vehículo es de 1988 y tiene apenas 58.000 kilómetros; y es que, según nos cuenta su propietario, es un coche genial para el verano, pero para el resto del año no es nada práctico. Aunque no se puede decir que no se pueda utilizar, pero por sus características, su tipo de carrocería y demás es mejor aprovechar los meses de calor para su utilización, de ahí que Mallorca sea un sitio ideal para tener uno. Además, sus colores le dan un aire veraniego y eso hace resaltar aún más el vehículo.
Armand nos cuenta que lo compró de segunda mano de una casa de coches de alquiler en Campos y que prácticamente no le ha hecho ninguna reparación desde su adquisición. Sólo le ha cambiado las ruedas por otras con un poco más de perfil, pero nada más. El coche está en muy buenas condiciones y con pocos kilómetros. Como se trata de un vehículo para el verano, nuestro interlocutor nos decía que le da poco uso, sólo en los meses de calor suele utilizarlo y luego en alguna concentración de clásicos o exposición a donde le piden que lo lleve. Reconoce que no es un coche que haga muchos kilómetros al cabo del año.
En cuanto al modelo, el Mini Moke es un vehículo basado en el Mini diseñado para la British Motor Corporation (BMC) por Alec Issigonis. El nombre proviene de «Mini» y «Moke», que es un término en dialecto arcaico para «burro». El Moke se comercializaba bajo varios nombres. El diseño inicial fue un prototipo de un vehículo militar ligero con el estilo del Jeep americano, pero sus ruedas pequeñas y baja altura resultaban poco prácticas como vehículo todoterreno. Posteriormente fue ofrecido en una versión civil como un vehículo utilitario de bajo coste y fácil mantenimiento.