Nadal Galiana Joan es un amante de los automóviles desde bien pequeño. Con 16 años tenía claro que su hobby eran los coches clásicos y ser piloto de rallies, una afición que no ha cambiado a día de hoy. Aunque muchos no la compartan, porque no entienden cómo una persona a la que le gusta la velocidad puede llevar coches que en algunos casos no pasan de los 100 km/h, él disfruta conduciendo cualquier tipo de vehículo.
Hace seis años adquirió este precioso Dodge Charger plateado de 1967, a través de un intercambio con otro coleccionista, que ha ido restaurando y buscando su originalidad al cien por cien.
INTERCAMBIO
El propietario nos explica que el Dodge Charger había estado parado durante mucho tiempo en un garaje de Mallorca y que un amigo suyo fue durante un tiempo detrás hasta que lo compró y le arregló varias cosas. Al cabo de unos años se cansó y le propuso a Nadal cambiarlo por otro coche.
Una vez en su posesión, el piloto de rallies ha ido arreglándolo de arriba a abajo, excepto el chasis, que ya estaba en buen estado. Nadal nos cuenta que su última modificación ha sido toda la instrumentación y alineación del cuadro. El tablero de instrumentos de este modelo no es como el de un coche normal, en vez de bombillas lleva unas pantallas fotoluminiscentes de 400 voltios. Por eso, entre hueco y hueco ha tardado un año y medio en dejarlo en perfectas condiciones.
En cuanto al modelo, el Dodge Charger del 67 es un vehículo estadounidense de tres puertas y de largas dimensiones producido por el fabricante Chrysler que desarrolla 270 CV de potencia y monta un motor de 383 pulgadas cúbicas. Pertenece a la primera generación del Charger, que salió al mercado en el año 1966. La parte frontal del coche nos recuerda al Coronet, aunque este integra faros ocultos en la parrilla delantera. Para poder ver las luces se pulsa un mecanismo eléctrico desde el interior del vehículo para que las placas que tienen los faros roten completamente y salgan al exterior. Este mecanismo es el que más le ha costado encontrar a nuestro entrevistado, ya que sólo hay una persona en Estados Unidos que se dedica a arreglar esos motores. Este modelo cuenta con dirección asistida, aire condicionado y cambio automático, elementos muy avanzados para un coche con más de cincuenta años. El techo esta curvado hacia atrás, dándole así un aspecto diferente y una mayor aerodinámica.
Galiana pertenece al American Car Club de Mallorca y comparte esta afición con su padre y su hermano, que tienen en su propiedad más de 20 automóviles.
Nos desvela que lo que más le gusta de su auto es el sonido del motor y que es muy exclusivo. Sin embargo, para conseguir restaurarlo se ha topado con varias dificultades, ya que las piezas que quedan de este modelo son escasas y excesivamente caras.