Lorenzo y su hermano Tomeu decidieron un día que su padre necesitaba un vehículo para subir y bajar a la finca donde trabajaba, en Esporles. Por aquel entonces el Renault 4 estaba de moda y era un coche bastante asequible, por lo que de decidieron comprarle uno. Se decantaron por el TL, un modelo que llevaba ya unos años en funcionamiento y que presentaba buenas prestaciones. Su padre lo estuvo utilizando hasta los 85 años, cuando ya dejó de conducir y tras su fallecimiento quedó aparcado en el garaje sin que nadie supiera muy bien qué hacer con él.
Y aquí es donde entra en acción nuestro protagonista, Lorenzo Soler, convencido por sus hijos y su hermano, le animaron a que rescatara el vehículo del olvido y sobre todo de una posible degradación al estar parado. El coches es de 1980 y se encuentra en perfecta condiciones, como si estuviera salido de fábrica, pero hay que señalar que Lorenzo ha realizado un gran trabajo. Nuestro protagonista fue durante muchos años mecánico, se inició a los 16 años y estuvo trabajando en un taller donde precisamente el Renult era el coche estrella. Por eso sus hijos y su hermano le animaron a que lo pusiera de nuevo en marcha, ya que Lorenzo estaba jubilado, lo que le permitía tener mucho más tiempo libre y además contaba con las herramientas adecuadas para poder realizar los trabajos que necesitaba el coche. Nos comenta que casi todo el trabajo lo ha realizado él, pero que también contó con la ayuda de un amigo, Julio, de Talleres Huete, que fue el que le ayudó a darle la mano de pintura que necesitaba, ya que el coche estaba intacto, no tenía nada de óxido, por lo que sólo hubo que darle una mano de pintura y quedó como nuevo.
POCOS KILÓMETROS
En cuanto al coche, hay que decir que está como si estuviera salido de fábrica. Solo tiene unos cincuenta mil kilómetros, y es que tanto el padre de Lorenzo como él y su hermano apenas lo usan. El padre lo utilizaba para subir y bajar a la finca, unos dos kilómetros desde el pueblo, y alguna escapada a Palma para hacer gestiones, pero básicamente el vehículo era para ir al campo. En cuanto a Lorenzo y su hermano Tomeu, tampoco es que ahora lo utilicen demasiado, alguna pequeña vuelta pero nada más. Nos decía Lorenzo que le hacen muy pocos kilómetros y algún año no han llegado a doscientos.