Esta nueva generación del Honda CR-V se puso a la venta en 2018, con una renovación muy importante en todos los aspectos del modelo. Los cambios más claros afectaron a la estética exterior e interior y a la tecnología, aunque no perdió un ápice de la practicidad y amplitud que siempre le ha caracterizado.
Tuvimos la oportunidad de probar hace meses esta versión híbrida con tracción a las 4 ruedas, que nos gustó mucho y ahora hemos tenido la oportunidad de probar la versión de dos ruedas motrices, que veremos que no varía demasiado el comportamiento en carretera. En todo caso, mejora el consumo.
Precio desde
33.050 €
Concesionarios
Este modelo es el precursor del contraataque de la marca japonesa en los vehículos híbridos, un proyecto que parecía que tenía un poco aparcado después de que hiciera sus pinitos en algunos modelos anteriores Ahora no queda otra que volver a ello y la verdad es que este CR-V ha salido muy redondo.
Recordamos que en su día la marca japonesa comercializó con motorización híbrida el Civic Hybrid (2003-2009); el Insight (2009-2012); el CR-Z (2010-2012) y el Jazz (2011-2015). En todo caso, este CR-V es el primer SUV híbrido de la marca japonesa.
Este sistema incorporacomo principal punto de interés la tecnología Intelligent Multi-Mode Drive (i-MMD), que combina dos motores eléctricos (generador e impulsor), un motor de gasolina de ciclo Atkinson, una batería de iones de litio y una transmisión fija, que es todo un acierto. El Toyota RAV4 híbrido, en cambio, lleva la batería de Ni H2.
La tecnología i-MMD recibe este nombre porque cambia de forma inteligente y automática entre los tres modos de propulsión (EV Drive, Hybrid Drive y Engine Drive) para proporcionar la máxima eficiencia posible en la conducción. Estos van acompañados de dos modos de conducción, el Econ y el Sport.
El motor de gasolina es un i-VTEC de 2 litros, que tiene una potencia de 107 kW (145 CV) a 6.200 rpm, y un motor eléctrico de 135 kW (39 CV) con un par de 315 Nm. La unidad de potencia gasolina-eléctrica permite al CR-V Hybrid pasar de cero a 100 km/h en 8,8 segundos en las versiones equipadas con tracción delantera. El cambio es automático.
Tanto el motor de gasolina de 2,0 litros como el motor generador y el motor impulsor se encuentran bajo el capó, mientras que la batería de iones de litio está situada bajo el maletero. El CR-V Hybrid alcanza una velocidad máxima de 180 km/h.
El CR-V Hybrid anuncia un consumo combinado de 5,3 l que nosotros hemos subido hasta los 6,1 litros, una cifra que no está nada mal.
Del buen comportamiento del vehículo tienen la culpa los nuevos ajustes en las suspensiones, con unas vías delantera y trasera muy anchas, lo que hace que la dirección sea directa. Con ello se ha conseguido una muy buena estabilidad y un tacto preciso. También cuenta con un buen confort acústico, con poco ruido en el habitáculo. El hecho de tener sólo dos ruedas motrices no ha empeorado el agarre en carretera. Se nota más en terrenos irregulares.
El interior del vehículo se distingue por una ausencia total de la información analógica, lo cual se echa un poco de menos porque toda la información del marcador se concentra en un espacio un poco reducido del cuadro de instrumentos y requiere acostumbrarse.
El equipamiento es muy bueno, sobre todo el que tiene que ver con la seguridad, lo cual se agradece mucho. El espacio interior es enorme, con lo que los ocupantes de las partes delantera y trasera van sentados de forma muy cómoda, sin estrecheces, además de tener un maletero de gran capacidad y fácil acceso.
Lo mejor: Un consumo muy moderado y el interior amplio son dos de las características que destacan más en este modelo japonés.
Lo peor: La poca visibilidad posterior y marcador todo digital son dos de los pequeños aspectos mejorables en el CR-V Hybrid.
Ficha técnica:
Motor: 2.0 i-MMD
Cilindrada: 1.993 cc + eléctrico
Combustible: Gasolina
Potencia máxima (CV/rpm): 145 CV + 39 CV
Aceleración 0-100 Km/h: 8,8 segundos
Velocidad máxima (Km/h): 180 Km/h
Consumo combinado (l/100Km): 5,3 l/100 Km
Volumen maletero (l.): 497 L