Vicente Martínez se considera un enamorado del Ford Capri; desde que conduce ha tenido uno y se siente muy orgulloso de ello. A lo largo de sus años ha tenido tres ejemplares comprados en diferentes países. Tuvo en primer lugar un modelo 1600 adquirido en Inglaterra; luego un 3000 comprado en Alemania y finalmente este modelo que posee actualmente, que consiguió también en Alemania, con matrícula de dicho país, y que posteriormente cambió a la de Mallorca en 1982, cuando se vino a residir en la Isla. Este modelo de Ford Capri Ghia 3000 de 1975 lo compró nuestro protagonista nuevo y desde entonces lo ha utilizado como único coche para sus desplazamientos. Asegura que le encanta este modelo y por ello ha tenido tres.
En cuanto a este, le lleva hechos más de cuatrocientos mil kilómetros. Nos comenta que hubo una temporada en que vivía a caballo entre Finlandia y Mallorca y viajaba con frecuencia desde la Isla hasta allí, lo que suponía jornadas de más de dos mil setecientos kilómetros, de ahí que el contador del coche contabilice tantos kilómetros.
Vicente no tiene ningún coche más, pero se considera un gran aficionado a la mecánica, tanto que a pesar de no ser su profesión, ahora que está jubilado ha ido aprendiendo poco a poco y prácticamente repara cualquier problema que tenga el vehículo. Es más, asegura que prefiere hacerlo él a llevarlo a un taller.
En cuanto al coche, está prácticamente como salido de fábrica. Es lógico que con tantos años y tantos kilómetros se le hayan hecho algunos retoques, sobre todo por problemas mecánicos, un cambio de ruedas, algo más anchas para una mayor seguridad en carretera y una mano de pintura. El interior está tal y como salió de fábrica.
Le preguntamos a Vicente por qué esa obsesión por el Capri y nos comenta que desde pequeño fue un modelo que le gustó por sus líneas, realmente atractivas y en su época era uno de los vehículos con una estética para admirar. De momento no tiene pensado cambiarlo, es más, confía en poder terminar sus días de conductor con este modelo y luego dejárselo a su nieto, ya que está obsesionado con este coche, al igual que su abuelo.